Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 100

Al escuchar eso, Lourdes negó con la cabeza y comentó, -Este temperamento no es muy adecuado, se pueden sentar y hablar de las cosas con calma. ¿Y fuiste a buscarla?-

-Sí.-

-Entonces, ¿ella volvió contigo?-

-No, está embarazada de mi bebé y va a ciega a citas con otra persona presentada.-

Lourdes respiró hondo, dio una fuerte palmada en el muslo y dijo enfadada, -¡Es increíble! ¡Esto es algo indebido de tu esposa, aunque hubiera el problema más grande del mundo tampoco se podría hacer tal cosa!¡Esto es una traición en el matrimonio! ¡Bigamia! Es más, todavía está embarazada de tu hijo, esta persona...-

Doria, que estaba sentada al margen viendo el drama, no pudo evitar añadir, -Ya se habían divorciado.-

Lourdes dijo en seguida, -Aunque estuvieran divorciados, no puede ... ¿Divorciados?-

Lourdes hizo una pausa y preguntó sorprendentemente, -Édgar, ¿estás divorciado?-

Édgar miró a Doria y asintió la cabeza.

-Entonces…-

En ese momento, Roxana salió de dentro.

Lourdes tenía una voz resonante, Roxana escuchó la conversación desde la cocina y de repente le dolía cabeza, por lo que rápidamente encontró una excusa para sacar a Lourdes.

Después de llegar a su casa, Lourdes dijo, -Roxana, no he terminado de hablar con Édgar. No esperaba que él también estuviera divorciado. ¿No te preocupas por tu hijo?-

Roxana dijo con dolor de cabeza, -Ambos están divorciados.-

-Así es.- Lourdes respondió y luego dijo en voz baja, -Roxana, acabo de descubrir que Édgar y Doria podrá ser una buena pareja. Ya que Édgar también está divorciado, entonces voy a buscar una oportunidad para preguntar a Édgar y ver si él…-

-Basta, basta.- Roxana le agarró y dijo, -No te das cuenta que están hablando el uno del otro.-

-¿Qué...?-

-Ambos vinieron de la Ciudad Sur, el uno tras el otro, ambos estaban divorciados. Uno se escapó embarazada y el otro vino a buscarla. ¿Lo entiendes ahora?-

Lourdes se quedó sin habla.

Lourdes acababa de conseguir concienciarse y aceptar que Édgar era el hijo de Roxana, en ese momento ella volvió al pensamiento profundo.

Después de mucho tiempo, dijo sorprendentemente, -¿Quieres decir que el exmarido irresponsable de Doria es...?-

Roxana asintió con la cabeza, -No pregunté demasiado sobre la relación entre ellos dos, pero hablé antes con Doria. Debe ser que hubo un malentendido entre ella y Édgar. Édgar solo creía en lo que vio con sus propios ojos, mis palabras no servían.-

Lourdes no entendió del todo de lo que ella estaba hablando. De repente se palmeó la frente, recordó que había emparejado a Doria y Raimundo enfrente de Édgar, y había criticado a la fuerza al exmarido de Doria…

Esto era demasiado vergonzoso.

Por supuesto, había otra persona que estaba más avergonzada que Lourdes.

Doria estaba sentada en el patio, no sabía si irse o quedarse.

Realmente, no esperaba que Lourdes llevara el tema a este nivel, especialmente cuando ofendió a Édgar hace poco.

Además, este cabrón lo dijo como si él fuera la víctima. Sin embargo, fue él quien tenía un corazón de hielo y había pensado en abortar su bebé, de modo que ella tuvo que escapar. ¿Cómo parecía que todo fue culpa suya?

Édgar miró a sus ojos, su tono era indiferente y dijo, -¿Quieres decir algo?-

Doria dijo con seriedad, -Creo que la habilidad de mentir del gerente Édgar es excelente. Viniste aquí realmente para el caso de adquisición, pero has dicho que venía a buscarme a mí. Es… sumamente fácil de crear malentendidos.-

-¿Malentendido de qué? ¿Malentender que me gustas?-

Doria no habló, lo que significó que ella aceptó su palabra.

Ella había pensado que Édgar criticaría su capricho como antes, pero él dijo con calma, -Doria, tienes que saber, a veces gustar no significa nada.-

Bueno, el amor de Édgar ni superaba a la importancia de un documento de trabajo.

Al ver que Doria agachaba la cabeza y no hablaba, Édgar dijo disgustado, -Has conseguido la respuesta que querías, ¿no quieres decir nada más?-

Después de un largo tiempo, Doria dijo, -Si el gerente Édgar dice que no significa nada, ¿qué más puedo decir?-

Su gusto era un capricho o venía de la posesividad de un hombre, incluso alguien como Carmelo le superaba.

Édgar la miró fijamente durante unos segundos y luego dijo, -Doria, te aconsejo revisar tu cerebro cuando vayas al hospital la próxima vez, para ver si es que se oxidó tu cerebro por comer demasiada comida chatarra.-

¡Este cabrón comenzaba de nuevo con lo de siempre!

La guerra silenciosa entre los dos se terminó con el regreso de Roxana.

Después de que Édgar había vivido unos días en la planta baja, se quería mudar al segundo piso con el motivo de que el primer piso era húmedo.

Por supuesto, Roxana no le iba a mimar, por lo que el trabajo cayó sobre Doria.

Solo había dos habitaciones en el segundo piso, una era la que ella usaba y la otra estaba a su lado.

Doria tenía sensaciones de que él no venía con buenas intenciones, pero el cabrón tenía más explicaciones que nadie. En cuanto al aviso de admisión de Ismael, Doria todavía le debía un favor y solo pudo aguantar la ira mientras le hacía su cama.

Pasó casi medio mes al instante, Doria llegó a este sitio hace más de un mes. Escuchó a Lourdes decir que la adquisición se confirmó y que los documentos se entregarían en dos días. En ese momento, los vecinos del barrio se irían progresivamente.

Doria pensó que Édgar también se iría pronto.

Una mañana, tan pronto como Doria abrió la puerta, vio a Édgar apoyado en la puerta de su habitación, su voz parecía un poco cansada, -¿A dónde vas tan temprano?-

-Control prenatal.- dijo y luego preguntó intencionadamente para fastidiarle, -¿Quieres venir conmigo, gerente Édgar?-

Édgar dijo, -Como me lo has pedido, no te voy a negar.-

Doria se arrepintió de sus palabras, -...-

Édgar volvió a decir, -Espérame abajo, me cambio la ropa-.

-Vale.-

Todavía era temprano, y Doria no estaba muy despierta y salió bostezando.

En ese momento, pasó una vecina y le saludó, -Doria, qué temprano te has levantado.-

Doria sonrió y dijo, -Sí, para caminar un poco.-

-¿Por qué estás sola? ¿Y el gerente Édgar?-

Después de la divulgación de Lourdes, ya toda la calle sabía la relación entre ellos dos.

La parte buena fue que ya no hubo más malentendidos cada vez cuando Édgar le agarraba para salir con él.

En ese momento, Édgar apareció detrás de ella.

La vecina sonrió y dijo, -Ya lo decía, no os interrumpo más, me marcho ahora.-

Después de que la vecina se fue, Édgar miró a Doria y preguntó, -¿No desayunas?-

Doria se volvió a reaccionar y contestó, -Hoy tengo una prueba en ayunas. Creo que Roxana ha cocinado algo, puedes...-

Édgar caminó hacia delante con sus piernas largas y le dijo, -Vamos.-

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