Mi Esposa Astuta romance Capítulo 200

—Camila, por fin has llegado, por favor siéntate —Valentina le esbozó una sonrisa a Camila y dijo con cariño.

—Señora Valentina, hoy le visito para conocer algo del pasado del señor Lorenzo.

No era que Camila no confiara en Lorenzo. Ella suponía que esas cosas que Lorenzo no quería recordar era la clave para curar su enfermedad, por eso vino a buscar a Valentina corriendo el riesgo de ser malentendida.

Camila no era tonta y sabía claramente que el accidente de tráfico no fue una pura casualidad y había algo oculto detrás de este caso. Además, ahora la enfermedad de Lorenzo se volvía cada día más grave, a estas alturas ella no podía perder de ninguna manera la última oportunidad en este momento urgente.

El sereno Lorenzo irradiaba una nobleza extraordinaria, y se veía muy guapo, pero en sus adentros se escondían numerosos secretos que nadie sabía.

Camila creía que, ya que estaba casada con Lorenzo, como su esposa, que posiblemente pasaría el resto de la vida con él, ella debería conocer su pasado y así se resolverían los problemas.

Ahora, bajo estas circunstancias, ella quería conocerlo todo de Lorenzo a fondo, fuera lo de su pasado, lo de su actualidad o lo de su futuro.

—¿Pues conoces a la madre de Lorenzo? —preguntó Valentina mirando a Camila.

Ella sostenía que era imposible que Lorenzo le hubiera contado las cosas de su madre a Camila. Si Lorenzo ni siquiera mencionó a su madre a frente, significaba que la relación de ellos no era muy estrecha.

—Claro que sí —Camila respondió y tomó un sorbo de zumo.

—¿Sí? No esperaba que Lorenzo te hubiera contado algo de su madre. A lo largo de tantos años, el nombre de Frida Espiga ha sido un tabú para Lorenzo. Incluso si mi hermano mayor menciona este nombre a su frente sin querer, al final terminará con una pelea excesiva.

—Cuando mi hermano dijo este nombre sin intención la última vez, Lorenzo se puso tan furioso que incluso cortó la cadena de capital de la empresa de su padre. Por suerte, mi hermano, quien ya llevo tantos años trabajando en el negocio, sacó la empresa de la crisis con sus abundantes experiencias.

Valentina todavía sentía escalofríos al recordar este incidente familiar.

—La madre de señor Lorenzo me ha dejado muchas impresiones profundas. Según el señor Lorenzo, su madre era una diseñadora muy talentosa y a sus 20 años obtuvo la Medalla de Honor de la industria arquitectónica. A los ojos de Lorenzo, incluso la bella Helena de Troya se sentía inferior frente a la belleza de su madre.

Al oír las palabras de Camila, Valentina sintió algo de pena recordando la apariencia de Frida Espiga.

«No es nada exagerado que Frida fuera mucho más bella que Helena. Pues incluso un personaje tan sobresaliente como el padre de Lorenzo se enamoró desesperadamente de ella, está claro que ella no era cualquier bella.»

—A lo mejor no me lo crees, pero Lorenzo se puede considerar como asesino.

—¿Has oído hablar de que la tumba de su madre fue destruida maliciosamente?

Valentina dijo mientras recordaba el pasado que no volvería jamás.

Camila asintió levemente con la cabeza. De hecho, Lorenzo se lo había contado.

—Nunca vi a un Lorenzo tan violento, como si se hubiera vuelto loco y hubiera perdido el control. Él golpeó ferozmente a aquellos sospechosos hasta que estos se quedaron inmóviles en suelo y fueron llevados a la unidad de cuidados intensivos del hospital —siguió diciendo Valentina.

—Yo sé muy bien lo de después, incluido el hecho de que el señor Lorenzo fuera metido en el manicomio y le diagnosticaran al autor de enfermedad mental.

Camila no quería esconder lo que ella sabía ni tenía la necesidad de esconderlo.

—La tumba fue destruida por los de las cuatro familias de Fretston. Aquellos holgazanes de familias ricas quería vengarse de Lorenzo, pero no podían hacerle nada en el negocio, por eso decidieron arruinó el sepulcro de su madre a escondidas.

—Después de enterarse de esto, Lorenzo dio una severa paliza a estos pícaros. Si no hubiera sido impedido por los guardaespaldas de aquellos holgazanes, él les habría matado a palos en el acto.

—Nunca podré olvidar esa escena tan horrible: el suelo era manchado por la sangre. Casi me desmayé al ver ese espectáculo terrible.

—En el cementerio, la lápida sepulcral de la madre de Lorenzo también estaba manchada por la sangre y se veía súper horroroso.

Valentina evocó esas escenas escalofriantes e incluso su voz tembló un poco.

Camila sintió algo de conmoción e imaginó esas imágenes sangrientas en su mente. Al momento siguiente, como si el olor de sangre se flotara en el aire, ella cerró los ojos.

—¿Qué? ¿Tienes miedo ya? Te he dicho que ni el mismo diablo pudiera ser tan cruel como él cuando Lorenzo se ponga extremadamente rabioso —Valentina le recordó mientras sostenía firmemente el vaso.

—¡Ustedes saben mejor que nadie por qué el señor Lorenzo se puso tan enfadado en ese momento! En esas circunstancias, cualquiera no habría podido calmarse de ninguna manera. Él fue la mayor víctima, pero ahora todos de ustedes lo culpan por lo que él ha hecho.

Camila no creía que Lorenzo era una persona perversa y cruel, por el contrario, se sentía muy enfadada por la actitud de Valentina hacia Lorenzo.

—A estas alturas todavía hablas por Lorenzo. Él ha cometido un delito tan grave, ¿no te parece que es un puro diablo malvado? ¿Aunque Lorenzo matara a todo el mundo, estarías siempre a su lado apoyando a él?

Valentina le echó una mirada de asombro a Camila con la expresión increíble.

—Todo el mundo decía que Lorenzo era psicótico, que se había vuelto loco. Pero los de las cuatro familias no eran tan tontos para creerlo. Mi hermano no tuvo más remedio que llevar a Lorenzo al manicomio. Cuando salieron de ese lugar, Mi hermano les mostró un certificado médico de enfermedad mental a los de esas familias y compensó aquellos pícaros gravemente heridos dándoles una gran suma de dinero. De esta manera, por fin se resolvió este lío.

—¿Un certificado médico falsificado y nadie descubrió este engaño?

«Esas cuatro familias son tan poderosas y tienen tanta influencia, ¿acaso no se han dado de esta mentira?»

—Eres demasiado ingenua, chica. Al principio, sí que Mi hermano se preocupaba por este problema, pero antes de que él pudiera tomar medidas, se confirmó que Lorenzo realmente padecía de una grave enfermedad mental. ¡Una enfermedad que no se puede curar por el momento!

Cuando Valentina dirigió estas palabras, por sus ojos pasó un destello de alegría muy rápidamente como si ella acabara de vengarse con éxito de su mayor enemigo y se sintiera muy feliz y relajada.

Al percibirlo, Camila le sintió más antipatías a ella. Lorenzo era la persona a la que ella amaba y admiraba, por eso Camila no quería que otros hablaran mal de él.

—La verdad es la verdad. Tienes que reconocer y aceptarla.

Dicho esto, Valentina le entregó los papeles que había preparado a Camila.

—¡Lorenzo fue internado en el manicomio de manera forzada para recibir el tratamiento durante varios años!

Las palabras de Valentina le dejaron estupefacta.

«¡Cómo puede ser así!»

Camila no podía comprender completamente por qué los de la familia Cambeiro eran tan cruel con Lorenzo.

—¿Entiendes todo ya? No estoy exagerando. Tú misma ya ha visto la verdad. Tampoco quiero engañarte. ¡La pura verdad es que Lorenzo es un loco total! —dijo Valentina con indiferencia.

En los vídeos previos, Camila vio claramente que Lorenzo era golpeado por un grupo de personas. Lorenzo, que todavía tenía la apariencia de adolescente, llevaba una bata blanca del hospital con número encima y parecía muy pálido y pobre.

A simple vista, Camila sabía que esas personas se metió con Lorenzo con intención, quien no podía enfrentarse con todos a la vez, aunque era fuerte. Según el vídeo, una persona se le acercó a Lorenzo desde la espalda y lo golpeó tan pesadamente en la espalda que él se desmayó en el acto.

Lo peor fue que ese grupo seguía pegando a él, aunque ya estaba desmayado.

Aunque el vídeo es silencioso, Camila sabía que esas personas estaban maldiciendo a Lorenzo según sus labios.

Camila se sintió muy dolorida, se apretó firmemente los puños y no pudo evitar temblar un poco.

«¿¡Por qué lo humillan de esta manera!? ¿Los de la familia Cambero lo odian tanto? ¿Quieren torturarlo hasta la muerte en el manicomio? ¡¿Qué demonio quiere hacer su padre?!»

Al pensar en esto, Camila sintió una desesperación impotente.

Cuando ella estaba sumergida en sus propios pensamientos, de repente le quitaron el celular.

Camila se dio la vuelta y vio la figura de Lorenzo.

«¡Es él! ¿Pero por qué está aquí?»

—Es que... —ella quería explicar, pero no pudo lanzar una frase completa.

Lorenzo iba vestido un traje de color gris, dando la impresión severa e indiferente.

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