Matrimonio de primera romance Capítulo 157

Fidelio alzó la cabeza y miró con atención el rostro de Yadira.

Descubrí que la expresión de Yadira era como la habitual, y luego continuó, -Rosa fue fotógrafa. Una vez fue a tomar fotos de nieve y se encontró con una avalancha, pero el equipo de búsqueda y rescate nunca la encontró…-

Hablando de esta parte, la voz de Fidelio se volvió más baja.

Yadira se quedó asombrada por un rato, sin saber qué decir.

-¿Cuándo sucedió eso?- Yadira alzó la cabeza y le preguntó.

Fidelio dijo, -Hace cinco años.-

-Tu hermano y ella…-

Fidelio frunció los labios y se veía un poco triste con los ojos mirando hacia abajo, -Era la prometida de mi hermano.-

Yadira abrió la boca, se quedó sin palabras por un momento.

Mirando el mensaje que Jaime le había enviado y movió el dedo para responder, -De acuerdo, hablaré con Delfino.-

En la avalancha, el equipo de búsqueda y rescate no encontró a nadie, era muy posible que ya estuviera muerta, y que no pudiera ser encontrada en caso de estar enterrada en la nieve.

El corazón de Yadira se sentía un poco lamentable, todas las emociones anteriores desaparecieron.

Hacía mucho tiempo, Yadira ya sentía vagamente que a Delfino parecía no gustar que ella pusiera demasiado contacto con Jaime.

Pensando en ello ahora, esa era probablemente la razón.

Yadira volvió a preguntarle a Fidelio, -¿Realmente me parezco mucho a ella?-

Al ver la expresión de Yadira era como la habitual, Fidelio dijo con sinceridad, -Creo que sois bastante similares.-

Yadira se quedó tranquila y dejó de hablar.

Antes del almuerzo, Delfino regresó.

El almuerzo lo prepararon el guardaespaldas, Yadira ahora estaba herida, por lo que, naturalmente, era imposible cocinar.

Delfino dejó los cubiertos sin comer mucho, y Yadira tampoco, sólo Fidelio comió con alegría como si no hubiera pasado nada.

Fidelio salió después de terminar rápidamente.

Delfino y Yadira seguían sentados frente a frente, Delfino dijo de repente, -¿Qué quieres decir?-

Yadira le miró sorprendida, ni siquiera habló, ¿sabía que tenía algo que decirle?

Delfino podía saber sus pensamientos en su expresión, -Escribe en tu cara que tienes algo que decirme, y tienes preguntas que hacerme.-

Yadira se tocó la cara, ¿era tan obvio?

Yadira se aclaró la voz, -¿Puedo preguntar lo que quiera?-

Delfino enarcó el ceño levemente, cuando salió de casa por la mañana, esta mujer le hablaba como si quisiera matarle, ahora era aún más sospechoso que quisiera hablar algo, pero con vacilación.

Delfino frunció los labios y la miró con una sonrisa, -Ya que sabes en tu corazón que no debes preguntármelo, entonces no lo hagas.-

-¿Sólo te permite investigarme, y no puedo hacerte preguntas?- Yadira también sonrió con los labios torcidos, mirándole con ojos brillantes, -También crees que me parezco a Rosa Ibáñez, ¿no?-

La expresión relajada en el rostro de Delfino se volvió rígida repentinamente, y la mirada se volvió un poco sombría, -¿Fidelio te lo contó?-

-Si es algo que realmente quiero saber, incluso si no me lo dicen, ¡todavía puedo saberlo!-

Al escuchar esto, Delfino ya supo que Fidelio se lo había contado, entrecerró los ojos y dijo, -¿Te dijo que te parecías a Rosa?-

¿Rosa?

Qué tono cariñoso decía.

Delfino siempre la llamaba “Yadira”, y cuando quería que fuera al banquete, la llamaba “mi amor”.

Yadira pensaba que era ridícula y estaba celosa de una mujer que probablemente ya no estaba en este mundo.

Yadira frunció los labios, se quedó sin hablar con una expresión hosca.

Delfino dijo de repente, -No creo que os parezcáis en nada.-

Dejó esta frase, se levantó y se fue.

Debido a la mención de Rosa, la relación tensa entre Yadira y Delfino no mejoraba nada e incluso se volvió aún más estancada.

Al quedarse con Delfino, Yadira se sentía muy incómoda, así que por la noche cogió su almohada y se fue a dormir a la habitación en la que solía vivir antes.

Tan pronto como se acostó en la cama, Delfino entró.

Se paró en la puerta, mirándola inexpresivamente con sus brazos cruzados, -Yadira, ¿no vas a dormir conmigo en la misma cama?-

El gesto impasible de Delfino hizo que Yadira se sintiera un poco temerosa.

Vaciló por un rato y pronto encontró una excusa, -Tengo la herida en el pie, me temo que lo tocaras descuidadamente por la noche.-

Al escuchar las palabras, y Delfino enarcó las comisuras y dijo con desdén, -Ni siquiera toqué tu tobillo cuando te follé anoche en el baño hasta que te desmayaras, ¿lo tocaré mientras duermo?-

Yadira se sonrojó y abrió la boca, pero no pudo encontrar lo que quería decir.

Le arrojó la pequeña almohada a su lado a Delfino, -¡Sal!-

Delfino esquivó ágilmente, su tono suavizó levemente, -Deja de ser caprichosa y vuelve conmigo a la habitación a dormir.-

Obviamente había sido él quien mostraba una expresión hosca hacia ella durante todo el día, aunque generalmente no tenía ninguna expresión, hoy era muy diferente, con menos palabras, y con expresión más fría, además, ocasionalmente se quedó atónito.

Estaba bien cuando regresó, y desde ella le mencionó a Rosa, su actitud se volvió diferente.

¿De verdad creía que ella no podía notarlo?

Él podía investigarle a ella, y siquiera todas las cosas suyas desde la infancia, pero ella sólo le preguntó por la prometida de su primo, y él se volvió tan anormal.

Se volvió tan anormal por otras mujeres, y ¿ella no podía expresar insatisfacción e infelicidad?

¿Esto se trató de un comportamiento caprichoso para él?

Todo lo que hacía él era correcto, ¿pero la insatisfacción de ella se trató de un capricho?

¡Vete a la mierda el capricho!

Yadira se enojaba cada vez más, -¡No vuelvo!-

Y lo que sucedió en el banquete ese día también fue un clavo en el corazón de Yadira.

-En el banquete de ese día, Jaime sólo me estrechó la mano, ¿por qué sobrereaccionaste así? ¡De qué dudaste! ¿Por qué estabas enojado? ¡Si estuvieras enojado, habrías peleado con Jaime! ¿Por qué te metistes conmigo?-

Más pensaba Yadira, más triste se sentía, y su voz era aguda y un poco agresiva.

Raras personas y cosas pudieran afectar las emociones de Delfino, pero todas estas reacciones inexplicables suyas estaban relacionadas con Rosa.

-Sobrereaccionaste tanto porque crees que me parezco a Rosa, ¿verdad? Y Jaime también piensa que Rosa y yo nos parecemos, así que estrechó mi mano cuando se quedó un poco borracho. ¡Estabas enojado porque lo sabías!-

-Delfino, pregúntate a ti mismo, estabas enojado porque Jaime estrechó mi mano, ¡o porque Jaime estrechó la mano de Rosa!-

-Dijiste que no creías que me pareciera a Rosa, era mentira en absoluto, ¡me mientes!-

Cuando Yadira terminó de hablar, se veía muy emocionada y no pudo evitar jadear.

Delfino se quedó en la puerta con una expresión tranquila, y luego dijo después de un rato, -¿Así crees?-

-No importa lo que yo piense, ¡la clave es lo que piensas en tu corazón!- Yadira sonrió amargamente, -Cuando me casé con la familia Dominguez al principio, aunque actuaste como que te repugnaba, me ligabas de vez en cuando, también fue porque me pareciera a Rosa, ¿no?-

Esta vez, la tristeza en el rostro de Delfino se apareció gradualmente, revelando un poco de pasmo, -Yadira, ¡no digas tonterías!-

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