La Dama de los Sueños Dorados romance Capítulo 28

Ariana salió del edificio de los Moore, exhalando un suspiro de alivio tan densamente como el humo de un tabaco cubano.

Nunca se había sentido tan libre.

En aquel momento, solo tenía que preparar sus papeles para el nuevo empleo y esperar el momento de mostrarles su triunfo a esos colegas que tanto la subestimaron.

Con una sonrisa en los labios, pensando en un futuro brillante, no dudó en subir a su auto.

Sin embargo, apenas había recorrido unas cuadras cuando unas luces largas la cegaron por completo.

Instintivamente, giró el volante en una maniobra de emergencia.

Pensó que el otro conductor simplemente había sido descuidado, pero al mirar de reojo, vio que el vehículo se dirigía directamente hacia ella.

Reflejos puros la hicieron esquivarlo, girando el volante al máximo.

El auto tembló violentamente y, tras una curva cerrada, chocó contra el borde de una jardinera.

"¡Bang!"

Su frente golpeó el parabrisas y el dolor casi la hace perder la conciencia.

Con el humo saliendo levemente del motor, Ariana se desabrochó el cinturón y vio a dos hombres aparecer ante ella.

"Señorita Moore, el señor desea verla."

La cabeza de Ariana estaba en una neblina, y por un instante, pensó que esos tipos podrían ser asesinos contratados por Verónica.

Conociendo su historial en el Bar Sol y Mezcal, y su flirteo con algunos tipos dudosos detrás de Bruno, no era una posibilidad descabellada.

"¿Quién es su señor?"

Los rostros de los guardaespaldas eran fríos como el acero, mientras la sacaban del auto y decía: "Lo sabrá en cuanto llegue."

Sus músculos eran prominentes e irradiaban una frialdad que no dejaba dudas de su entrenamiento.

Ariana sabía que si se resistía, probablemente le romperían el brazo al instante.

No tuvo más opción que seguirlos y subir a otro vehículo.

Después de media hora, al ver la mansión a la que llegaban, supo quién la había estado buscando.

El padre de Bruno, Diego Borges.

Diego, como presidente en el Grupo de Inversión Borges, probablemente ya sabía que ella iba a ser ascendida.

Esa posición estaba destinada a Bruno, y Diego había luchado para asegurársela a su hijo, solo para que en aquel momento cayera en manos de una forastera.

Una forastera que había sido enviada para vigilar a su propio hijo.

Si esa forastera no seguía las reglas, tendrían que deshacerse de ella.

Y el incidente de tráfico no había sido más que un pequeño castigo.

Ariana había imaginado que los Borges vendrían por ella tarde o temprano, pero no esperaba que fuera tan pronto.

Sacó su móvil, casi por instinto quería enviarle un mensaje a Oliver.

No esperaba que él viniera a su rescate, pero al menos alguien podría encontrar su cuerpo si algo malo sucedía.

Sin embargo, en el momento en que sacó el teléfono, recordó que no tenía el número personal de Oliver, ya que siempre se habían comunicado por correo electrónico.

Con una sonrisa amarga, se dio cuenta de que ni siquiera podría pedirle a alguien que encontrara su cuerpo.

Oliver acababa de terminar una videoconferencia internacional, frotándose la frente cansadamente y preguntando: "¿Cómo van los preparativos?"

Nicolás, de pie a su lado, respondió de inmediato: "Presidente, ya lo hemos verificado, tienen planeado reunirse el viernes en ese edificio; la transacción inicial estuvo principalmente a cargo de Diego, aunque otros directores también se beneficiaron."

Era dinero del Grupo de Inversión Borges, pero Diego lo había utilizado para ganarse favores.

Los asistentes a ese supuesto Teatro Roxy no solo eran parte de los Borges, sino también ejecutivos de otras empresas.

Ese edificio había servido para que ese grupo de directores ganara una red considerable de contactos y recursos.

Oliver tamborileaba con los dedos sobre la mesa de mármol negro, sus largas piernas vestidas en pantalones de traje se extendían hacia adelante, revelando calcetines de algodón en un tono gris oscuro.

A pesar de su apariencia austera, había algo en él que incitaba a la gente a querer arrancarle el traje.

Lamentablemente, aparte de Ariana, nadie se atrevía a hacer tal cosa.

"Diego siempre ha tenido un apetito voraz."

Apagando su computadora, Oliver preguntó: "¿Qué ha estado haciendo Ruth últimamente?"

Ruth era una dama de una familia distinguida, y a pesar de años de matrimonio, todavía mantenía un aire de arrogancia.

Pero esa arrogancia se había desgastado bajo la constante infidelidad de Diego.

"Señora Hernández sigue intentando recuperar el corazón de Diego y se ha vuelto más estricta con su hijo, pero Bruno ha tenido un buen desempeño en los últimos años. Ella está tratando de utilizar el éxito de su hijo para reparar su relación con su esposo."

¿Un buen desempeño? El entramado de poder y secretos seguía tejiéndose en las sombras, mientras Ariana se encontraba en el centro de una red que apenas empezaba a comprender.

Era imposible que un tonto como Bruno pudiera mantenerse firme en el puesto de director.

Casi al instante, Oliver pensó en Ariana, y una leve emoción cruzó por el fondo de su corazón diciendo: "Pásame una copia de su expediente."

Nicolás se sorprendió por un momento, pero rápidamente organizó la información de Ruth y la entregó con respeto.

Oliver echó un vistazo y, frunciendo el ceño, la tiró a la papelera.

"Estoy hablando de Ariana."

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