Héroe Retrasado romance Capítulo 5

La casa de Lin Qiang.

Lin Xiao estaba sentado y bebiendo té. Había venido a preguntar sobre ese proyecto en particular. El encantador olor del humo de incienso de agar se movía de un lado a otro.

-Papá, este proyecto con el director Huang es muy importante para los Lin -dijo Lin Qiang mientras preparaba el té.

—Por supuesto. Los Lin pronto subirán un nivel. Entonces, ¿cuál es el estatus del proyecto? -Lin Xiao continuó alegremente.

-No hay problema, Lin Feng fue hoy por el contrato. Tu nieto nunca te ha decepcionado -siguió Lin Qiang.

Lin Xiao estaba orgulloso y asintió con la cabeza. Todos los hombres de la familia Lin eran sobresalientes.

-¡Papá!

Lin Feng llegó corriendo como un rayo, tenía una expresión desagradable en su cara. Cuando vio que Lin Xiao estaba aquí, no se atrevió a decir nada.

-Estábamos hablando de ti.

-El abuelo quería preguntar cómo va hasta ahora el proyecto con el director Huang, ¿ya firmaron el contrato?

Lin Qiang le hizo un gesto a su padre. Lin Feng volteó a ver a Lin Xiao y se puso un poco nervioso y tartamudeó.

—Este emm, proyecto...

Cuando vio cómo dudaba con las palabras, le cambió el semblante a Lin Qiang y tuvo un mal presentimiento sobre esto.

-Fui a la oficina hoy, pero el director Huang tuvo que atender otros asuntos y no estaba presente. Me pidió que fuera otra vez mañana para que firmáramos.

Lin Feng logró exprimirse esas palabras de la boca. Si el abuelo supiera que perdió el trato, lo mataría.

-El director Huang empezó desde cero y siempre ha sido muy arrogante. Ya que te pidió que esperaras un día, entonces espera —contestó Lin Xiao, con una sonrisa de oreja a oreja.

-Sí, abuelo, esperaré como dices -Lin Feng se obligó a contestar.

Pero Lin Qiang podía darse cuenta de que algo estaba mal. No dijo nada hasta que su padre se fue, después llamó a Lin Feng al estudio con una expresión oscura en su rostro.

-¿Qué sucede? -exclamó con rabia-. Si te atreves a esconderme algo, te golpearé hasta matarte

-¡Papá! Esto no tiene nada que ver conmigo -contestó indignado Lin Feng. -¡Es Lin Yuzhen! -continuó enojado -. El director Huang dijo que sólo firmaría el contrato con Lin Yuzhen y nadie más tenía derecho a verlo. Literalmente me corrieron de la oficina.

Lin Qiang tenía una expresión desagradable en la cara. ¿Habían corrido a su hijo?

—Esa Lin Yuzhen de seguro se está acostando con el director Huang, de otra manera ¿cómo pudieron resultar así las cosas? —dijo Lin Feng con descontento—: El Director Huang también dijo que si quien firma con él no es Lin Yuzhen, entonces nos podemos olvidar de este proyecto y que a él no le importa.

Él podía elegir que no le importara, pero los Lin no podían.

-¿Tienes idea de cuánto han invertido los Lin en este proyecto? -Lin Qiang fulminó con la mirada a su hijo, listo para darle una buena paliza-. Si perdemos este proyecto, aunque no te mate yo, tu abuelo lo hará.

La cara de Lin Feng se puso pálida como fantasma en un segundo.

-¿Qué hacemos ahora? -preguntó con ansiedad.

Pensó que podía simplemente reclamar el crédito por todo el trabajo que no hizo, pero quién diría que resultaría ser una situación tan difícil.

-¿Qué hacemos ahora?

-¿Quién te pidió que despidieras a Lin Yuzhen? -lo regañó Lin Qiang-, Ahora perdimos el proyecto y ambos nos tenemos que retirar.

Lin Feng no se atrevió a decir nada. Su papá era el que despidió a Lin Yuzhen, porque era el director.

-Trae de vuelta a Lin Yuzhen y firma el proyecto. Una vez que tengas su firma, córrela de nuevo -exclamó Lin Qiang.

-¿Estará dispuesta? -Lin Feng preguntó con cautela.

-Llámale.

Lin Feng tragó saliva y no se atrevió a discutir. Sacó su celular y llamó a Lin Yuzhen, pero no contestó. Lin Yuzhen no quiso contestar ninguna llamada de ellos.

—Papá, no responde. ¿Qué hacemos ahora? ¿Qué hacemos?

Lin Qiang se rio fríamente.

-Parece que esta jovencita es muy orgullosa, eh, supongo que tenemos que ir a visitarla y pedirle que vuelva.

Si este proyecto no fuera tan importante, no le gustaría ver a los tres miembros de la familia Lin Wen. Ah, espera, ahora estaba ese yerno loco, entonces serán cuatro miembros.

Ahora que Lin Yuzhen perdió su derecho a pelear por el negocio familiar, no quería molestarse con estas basuras inútiles. Pero no podía pensar demasiado en esto.

En ese momento, Lin Qiang llevó a Lin Feng a casa de Lin Yuzhen. Llegaron rápido a la vieja y destartalada finca Huacheng. Lin Qiang frunció el ceño y miró a su alrededor, caminando con extremo cuidado como si tuviera miedo de ensuciar sus pantalones.

-Esta es la casa.

Lin Feng señaló una de las puertas. Parecía un lugar al que nunca irían. Los Lin eran ricos, pero todo el dinero lo tenía Lin Xiao. Los hijos, aunque trabajaban para el Grupo Lin, sólo cobraban un sueldo y bonos anuales.

Después de quedarse paralítico, Lin Wen no pudo trabajar más, entonces ya no podía mantener a su familia. Tenía una casa porque su padre le tenía lástima.

¡PUM! ¡PUM! ¡PUM!

Lin Feng tocó fuerte a la puerta.

-Ya voy. ¿Por qué tienes que golpear tan fuerte?

Era la voz de Sumei viniendo de la casa. Abrió la puerta y encontró a Lin Qiang y a su hijo parados frente a ella. Se congeló por un segundo. Después de su shock inicial, le cambió la expresión de la cara.

-¿Qué hacen aquí?

—Buscamos a Lin Yuzhen —dijo Lin Qiang con calma al mismo tiempo que empujaba la puerta y entraba—. ¿Dónde está?

-No está- Sumei habló con desagrado-, ¿Qué quieren de ella?

—¡Lin Yuzhen! -A Lin Qiang no le importó Sumei y empezó a gritar-: El tío Qiang está aquí, ¿no vas a venir a saludarme?

Lin Yuzhen alcanzó a escucharlo desde su cuarto. No esperaba que de verdad fueran hasta su casa. Todos estos años, inclusive desde que su padre quedó paralizado, Lin Qiang jamás los había visitado. ¿Qué querían ahora?

-Vamos, hay que ir.

Jiang Ning jaló a Lin Yuzhen de la mano y la arrastró hasta afuera. Lin Qiang empezó a reírse cuando vio que Lin Yuzhen salió.

-Yuzhen, ¿aún estás enojada conmigo?- Lin Yuzhen no dijo nada-. Respecto a tu despido, todo eso fue sólo un malentendido.

De la cara de Lin Qiang salió una expresión de «no me importa».

-Pero la compañía te necesita para que firmes el contrato con el director Huang. Si aún quieres dejar la compañía, puedes irte una vez que el contrato esté firmado.

Lin Yuzhen empezó a temblar de rabia cuando escuchó esto. Cuando no la necesitaban, simplemente la corrieron. Cuando la necesitaban, inmediatamente venían por ella. ¿Por qué la tomaban? ¿Un objeto? ¿Sólo querían usarla y deshacerse ella después?

Sumei también comprendió lo que estaba sucediendo. Lin Qiang y su hijo habían corrido a Lin Yuzhen, y ella ni sabía.

-Lin Qiang, ¿qué significa esto? ¿Por qué tomas a Yuzhen? ¿Qué crees que es toda esta familia?

Estaba furiosa.

-Tía Sumei, tu familia no vale mucho -Lin Feng continuó con desdeño-. Ahora es sólo porque Lin Yuzhen es importante para nosotros, de otra manera no me molestaría en venir a una casa en ruinas como la tuya.

-¡Tú! -La cara de Sumei estaba llena de rabia y levantó la mano para abofetear a Lin Feng.

—¡Golpéame si te atreves! —Lin Qiang gritó amenazándola —. Vieja bruja, ¿te atreves a golpear a un miembro de la familia Lin?

Sumei se mordió el labio. La había llamado vieja bruja, qué insulto.

¡PAF!

De repente se escuchó el estruendo de la cachetada. Lin Feng estaba incrédulo. Jiang Ning lo había golpeado otra vez.

—¿Quién te dio las agallas de insultar de esa manera a mi suegra? —Jiang Ning dio un paso hacia adelante y dijo con tranquilidad-: Si necesitas pedir un favor, más vale que lo hagas con humildad y de buena manera. ¿Tu padre no te enseñó eso?

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