Héroe Retrasado romance Capítulo 371

―El viejo amo de la familia Yang es tan generoso. Tu nieta de verdad te admira.

Era Yang Xiao. Entró sonriendo y se sentó en una silla. Ahora mucha gente de Jianzhou sabía que fue Yang Dong quien había contratado a los asesinos y que ninguno tuvo éxito. No logró cobrar venganza y ahora era el hazmerreír, además de que quizás había ofendido al Clan de los Asesinos.

―¿Qué estás haciendo aquí? ―gritó Yang Dong con furia―. ¿Vienes a burlarte?

―Oh, no me atrevería. ―Yang Xiao subió los pies a la mesa y lo miró―. Tú eres el viejo amo de la familia Yang y tienes el control. Así que aunque gastes millones para contratar asesinos a causa de tu hijo muerto, nadie puede protestar.

―Tú…

―Pero si los ancestros de la familia Yang se enteraran de esto en el más allá, no estoy segura de si se molestarían. ―Yang Xiao lo miró de reojo―. Después de que mueras y te reúnas con ellos, ¿crees que te llamen despilfarrador?

Yang Dong estaba tan enojado que temblaba de pies a cabeza pero no podía decir ni una palabra. Después de cierta edad, uno comienza a pensar en la muerte. Y cuando muriera, los ancestros definitivamente lo culparían por el estado actual de la familia Yang. Yang Dong sintió que se le enfriaban las extremidades de sólo pensarlo.

―¿Qué quieres? ―le gritó.

―Muy simple. Quiero a la familia Yang. ―Yang Xiao no se molestaba en andarse por las ramas―. Te ayudaré a vengarte con tal de que me entregues la familia. Destruiré la reputación de Donghai y te traeré la cabeza de Jiang Ning.

Yang Dong entrecerró los ojos.

―Abuelo, debes admitir que estás viejo. ¿De verdad creíste que podrías tener otro hijo? ―se burló Yang Xiao―. ¡Uno que no es tuyo!

―¡Estás diciendo tonterías!

Yang Xiao no se enojó. Sólo se rio y sacó un reporte médico y se lo arrojó a Yang Dong. Yang Dong miró el reporte y las manos le temblaron.

―¿Cómo… cómo te enteraste?

―Eso no importa. Tengo muchas maneras de hacer las cosas. Sólo enfócate en el resultado. Eres impotente, así que no estés tan confiado.

Las palabras fueron como un rayo que le cayó en la cabeza y su mente quedó en blanco. La humillación de ser un cornudo abrumó su corazón. Había olvidado que le había hecho lo mismo a su propio hijo.

―Voy a decirlo una sola vez y sólo porque somos parientes. Más te vale que aceptes. De otro modo, una vez que acabe con Donghai y Jiang Ning, volveré y tomaré a la familia.

Yang Xiao era muy autoritaria. Se levantó y caminó hacia Yang Dong, que seguía sentado en silencio, aturdido. Se estiró y le dio una palmada en el hombro.

―Sé que no te agrado pero soy la más sobresaliente de la nueva generación de los Yang. Sabes bien que sólo si me entregas la familia podremos seguir en la gloria. En cuanto a ti, no eres más que un despilfarrador.

Yang Xiao se dio la vuelta y se fue. A Yang Dong le temblaban los labios. Sintió que su dignidad estaba hecha añicos en el suelo…