Héroe Retrasado romance Capítulo 355

Jianzhou.

Habían tomado a Yang Xiao por sorpresa.

¡CLANC!

El vaso que estaba sobre la mesa quedó hecho trizas. También había pateado el espejo de cuerpo entero y yacía en pedazos sobre el suelo. El reflejo de las esquirlas hacía que su rostro se viera distorsionado. No podría creer que Jiang Ning la había golpeado tan fuerte que la había dejado así. Los doctores que estaban de pie en la habitación estaban muy nerviosos. Tenían la boca seca y ninguno se atrevía a hablar.

―¡Jiang Ning, te voy a hacer pedazos! ―chilló Yang Xiao.

―Pueden irse. Traigan medicina para que la jefa pueda recuperarse lo antes posible.

―Sí, señor Yan.

Yan Chong estaba de pie a un lado y su expresión era igualmente desagradable. Él era el líder indiscutible del círculo ilegal de Jianzhou. Para los demás, era el rey del círculo ilegal. Pero él sabía que sin Yang Xiao no era nada.

―Jefa, traeré hombres y mataremos a Jiang Ning.

Yang Xiao se volvió abruptamente y con dos pasos se acercó a Yan Chong. Lo tomó del cuello y le gritó:

―¿Crees que es así de fácil matarlo? Y si hablas de asesinarlo, seré yo quien lo haga.

Yan Chong no se movió. Sólo frunció un poco el ceño. ―Pero usted está herida.

―Sólo es un rasguño ―rio Yang Xiao con frialdad―. ¿Crees que de verdad Jiang Ning no pudo matarme?

Ella sabía que su amenaza no significaba nada para Jiang Ning. A él no le importaban los socios. Sólo le importaba Lin Yuzhen. La expresión de Yang Xiao se volvió más asesina cuando pensó en Lin Yuzhen. Si no podía matarlo a él, entonces tenía que asesinar a Lin Yuzhen. Se rehusaba a permitir que ninguna mujer fuera tan débil y bondadosa. Quería que Lin Yuzhen fuera maliciosa. Quería que todas las mujeres fueran como ella: feroces y despiadadas.

―Las aguas de Tianhai son muy profundas. Hice que alguien investigara. Aún no hay noticias del norte. ―Yan Chong se acomodó el cuello de la camisa―. Jefa, sin la información suficiente, creo que debemos ser un poco más cautelosos.

No era fácil tomar control del círculo ilegal de Shengcheng. Sin el apoyo del norte, ni siquiera Yang Xiao podría hacerlo. Cuando un barco se volvía más y más grande, también se le dificultaba más dar la vuelta, ni hablar de dar un giro de ciento ochenta grados. Lo que podían hacer ahora era avanzar con precaución en línea recta para que nadie pudiera sacarlo de la ruta.

El Grupo Lin iba a abrirse camino hacia la región sureste, así que también llegaría toda la gente del círculo ilegal de Donghai. A Yang Xiao no le preocupaba. Miró con frialdad a Yan Chong.

―Sólo haz lo que debes hacer, no necesito que interfieras en mis planes.

Se sentó frente al tocador y se miró en el espejo. Se llevó una mano a la cara para tocar suavemente la marca que tenía. El dolor aún era agudo pero también le daba un extraño éxtasis. De repente, Yang Xiao sintió que estaba disfrutando el momento. Recordó que Jiang Ning la había golpeado con tanta fuerza e inconscientemente cruzó las piernas y comenzó a retorcerse. Yan Chong se dio cuenta de lo que hacía y no dijo nada. Se retiró educadamente.

―Jiang Ning… ¿cómo quieres morir?

Después de un rato, su rostro estaba un poco ruborizado. Estaba un tanto agitada y su mirada estaba ausente. Abrió un cajón y estaba a punto de tomar frasco de medicina cuando su teléfono sonó. De inmediato volvió a ponerse alerta. Miró el teléfono y tomó la llamada con molestia.

―¿Ahora qué quieres?

Era Yang Huang. Yang Xiao nunca tomaba las llamadas de los demás de la familia Yang, sólo de él.

―Te dije que investigaras dónde está Yang Luolin. ¿Por qué no me has respondido? ¿Dónde está tu hermano?

Yang Huang se estaba poniendo nervioso. Sabía que su hija era buena para esas cosas y definitivamente podría rastrearlo. Sin embargo, había pasado mucho tiempo y aún no le había dado una respuesta. Su padre preguntaba por Yang Luolin muy ansiosamente y había estado encima de ella esperando la respuesta.

―¿Yang Luolin? Sí, lo encontré. ―Yang Xiao se rio y le brillaron los ojos―. Es más, hablaré con ustedes cuando llegue a casa.

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