Esposa Pecadora romance Capítulo 26

Madeline estaba sorprendida por la actitud de Jeremy. Sin embargo, ella no trató de halagarlo como solía hacerlo. Ella calmadamente dijo, “¿De qué quiere hablar, señor Whitman?”.

Jeremy no estaba feliz de cómo Madeline se estaba dirigiendo a él. “¿Cómo me llamaste?”.

“¿Hay alguna diferencia? Nunca me prestas atención de cualquier forma, señor Whitman”.

Jeremy frunció. Luego de unos momentos de silencio, él dijo, “el vientre de Mer está creciendo cada vez más y más. Quiero darle su lugar”.

Aunque Madeline sabía que Jeremy la forzaría a divorciase de él algún día, se sintió como un balde de agua fría lo que estaba sucediendo.

Madeline miró al hombre frígido frente a ella. Ella se rio de sí misma. “¿Qué hay de mí?”.

Ella preguntó. De repente, sintió como si ella y el bebé en su vientre fueran la broma más grande del mundo.

La mirada intensa y penetrante de Jeremy aterrizó en la cara de Madeline. “Si permaneces obediente, podemos quedarnos así”.

Madeline soltó una carcajada luego de salir de su aturdimiento. “Señor Whitman, ¿está diciendo que quiere que su legítima esposa se convierta en amante? Quiere que esa amante desvergonzada tome mi lugar, ¿es eso?”.

Después de decir eso, la cara de Jeremy se tornó tan sombría que se veía aterrador.

Madeline sintió una punzada de dolor en su corazón. Ella mordió su labio y apretó su puño. “Jeremy, a menos que muera, ¡no dejaré que esa p*rra doble cara de Meredith se salga con la suya!”.

Después de que Madeline dijo eso, ella se dio la vuelta y subió las escaleras para encerrarse en su cuarto.

Su corazón latía frenéticamente. Ella estaba tan asustada que ella le rogaría que no se divorciara de ella si hubiese sido un poco más lenta.

Después de todo, ella nunca había cambiado su deseo. Siempre y cuando ella pudiera estar con él, ella estaría feliz y satisfecha.

Sin embargo, su crueldad estaba más allá de su imaginación a pesar de haberle prometido que él se quedaría con ella para siempre.

Madeline se mudó. No se atrevía a verle la cara a Jeremy. Ella estaba asustada de que él le daría los documentos del divorcio una vez más. Sin mencionar, que ella también estaba asustada de que él pudiese hacer todo lo posible para matar al bebe en su vientre por el bien de Meredith.

Ella pensó que Jeremy preguntaría por ella luego de que ella se mudara. Sin embargo, algunos días pasaron, y él nunca la llamó. Era obvio que él no había estado en casa algunos días.

Él tenía que estar con Meredith, viviendo la vida al máximo.

Al pensar en eso, Madeline miró los anillos que había confeccionado. En consecuencia, su visión se tornó borrosa.

En ese entonces, ella había aceptado la propuesta de su cliente. Le habían pedido que creara un par de anillos a juego.

Cuando ella comenzó a sentir algo por Jeremy la primera vez, ella había tenido ese par de anillos en su mente.

Ella se había imaginado que se encontraba con él una vez más, se enamoraba de él, y eventualmente se casaba con él. Luego, él se pondría el anillo que ella misma había confeccionado con sus propias manos. No obstante, después de todo, la promesa se volvió cenizas.

Madeline se limpió sus lágrimas y se recompuso para continuar trabajando en su creación. Sin embargo, ella recibió una llamada del hospital psiquiátrico donde el único miembro de su familia en el mundo estaba viviendo.

Ella se apresuró a ir, y la enfermera le dijo que su abuelo tenía cáncer; era cáncer de pulmón.

Era tratable, pero necesitaba una cirugía muy cara.

Madeline cortó un pedazo de manzana para Len Samuels y se la entregó. “Abuelo, tenga un pedazo de manzana”.

Aunque Len estaba enfermo mentalmente, él parecía benevolente y amable. Él tomó la manzana que le dio Madeline. “Eveline, estás aquí”.

Madeline asintió y sonrió. Evelin era su verdadero nombre. En cuanto a su apellido, ella no tenía idea.

Desde que tiene uso de razón, no recuerda haber tenido padres. Ella solo tenía un abuelo con una enfermedad mental.

Madeline había pensado que ella sería la que lamentaría la muerte de su abuelo cuando él regresará con el Creador. Sin embargo, a cómo se veía la situación actual, ella se moriría primero que Len.

Madeline verificó los precios de la cirugía y encontró que necesitaría alrededor de trescientos mil dólares para tratar el cáncer pulmonar de segunda etapa.

Al ver los números, la luz de los ojos de Madeline comenzaron a desaparecer lentamente. Ella sintió como si su corazón fuera atrapado por una red. Solo se apretaba más y más, haciéndole difícil respirar.

Trescientos mil dólares. ¿Cómo podría conseguir tanto dinero?

Sin embargo, cuando ella pensó en la muerte de su abuelo debido a no tener suficiente dinero para su tratamiento, las lágrimas nublaron su visión. El dolor de perder a un ser amado era tan asfixiante que le era difícil respirar.

No obstante, el alto costo del tratamiento hizo que Madeline cayese en otro nivel de desesperación. Eventualmente, cuando ella estaba a punto de perder cualquier esperanza, ella recordó a Jeremy.

Él era su única esperanza.

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