Esposa falsa de Simón romance Capítulo 26

¿Por qué?

Al principio le trataba tan indiferente, ¿por qué en este momento se convertía tan caballero y cariñoso?

¿Estaba soñando?

¿O qué?

-Señorita Frida, ¡por favor ayúdeme! ¡Realmente no lo hago a propósito, ¡lo sabes tú misma!- La empleada de la tienda veía que Simón estaba preguntado a Frida y creía que ella era la persona que tenía poder, y se acercaba al pie de ella, sosteniendo sus pantorrillas y lloraba.

Frida se dio la vuelta y la miraba.

La empleada estaba llorando fuerte, y rogaba -Trabajo aquí no gano mucho, tengo un niño en casa esperando para ir a la escuela, señorita Frida, por favor ayúdeme-

Al escuchar su situación parecía ser similar a su situación anterior, no ganaba mucho salario, y necesitaba utilizarlo para subsidiar a la familia ni podía ahorrar dinero.

Frida pensaba y se inclinó a apoyarla a levantarse -Te levantas primero-

La empleada limpiaba su lágrima y no quería levantarse.

-Te levantas primero, tengo la culpa también, no puedo culparte a todo-

-¿Verdad? la señorita Frida, entonces yo...-

Frida la apoyaba, le susurró -Sé que el trabajo no es fácil, eres tampoco intencional…- Al hablar esto, Frida lo miraba a Simón subconscientemente miró, aunque Rafael había dicho que este centro comercial pertenecía a ella, pero después de todo, seguía pertenecida a Simón.

Así que Frida todavía quería preguntarle su opinión.

Los ojos de Simón eran tan fríos como el traje oscuro en su cuerpo.

-Toma tus propias decisiones-

Frida se sorprendía, y luego le susurró -entonces déjalo no más, no me voy a indagarla-

Dicho esto, Frida lo miraba a Simón de nuevo, noche sin ojos profundos entrecerrando los ojos, no tenía ninguna expresión en su cara, ¿él debería estar de acuerdo con su decisión?

-Señorita Frida, usted es una persona tan agradable, ¡le agradezco por toda mi familia!-

La empleada estaba tan emocionada y casi quería abrazar a Frida y la llamaba la diosa.

Como la primera vez fue tan elogiada, Frida estaba un poco avergonzada, sólo podía sonreír torpemente, -no me agradezcas, ve a hacer tus cosas-

-Vale, entonces voy a arreglar la ropa-

Dicho esto, la empleada se iba pronto.

Tan pronto como la empleada se iba, sonaba un sonido frío.

-¿Vale la pena proteger al bebé por ese hombre?-

Al principio Frida era un poco tímida, reaccionaba después de mucho tiempo.

Simón creía que el bebé era de Kevin.

Claro, de toda manera, todos los demás sabían que estaba embarazada, y pensarían que era el bebé de su ex marido, Kevin.

Ellos estaban casados durante dos años, y era normal tener a su bebé.

Nadie habría pensado que era el bebé de un extraño.

Pensando esto, los labios de Frida se movían, pero no podían decir una palabra.

Dejalo.

¿Qué podía explicar? ¿Explicaba que el bebé no era de Kevin? ¿De quién era? Era vergonzosa de hablar esto.

Pensando en ello, Frida inclinaba los ojos.

-¡Qué tontería!- el tono de Simón se elevaba ligeramente, y una sonrisa sarcástica se levantaba en sus labios.

Entonces, no esperaba a la reacción de Frida, Simón giraba su propia silla de ruedas para salir, Frida reaccionaba, Rafael también siguió para empujarlo, ella quería seguir, pero se encontraba que todavía se vestía este vestido, usando tenía que apresurarse al probador para cambiarse.

Cuando salía, la empleada sacaba un vestido lujoso y de color llamativo y dijo -Señorita Frida, ¿va a ir a la fiesta? Acabo de verificar y esta falda te queda muy bien-

-Pero yo...- Frida miraba hacia la puerta vacía, el corazón estaba algo vacío, ¿Simón la dejaba a irse?

-No se preocupe, Señor Fleixa le traba tan cariñosamente, debe estar esperándole afuera, primero cambia la falda-

Bajo la persuasión de la empleada, Frida tenía que cambiarse la falda.

Cuando salía sin ver la sombra Simón.

Frida estaba un poco perdida y se mordió el labio inferior con la cabeza hacia abajo.

Frida, ¿qué esperabas?

Él te trataba un poco mejor, ¿empezabas a imaginar?

Frida inclinaba la cabeza y caminaba hacia adelante.

-¿Qué sigues tardando?-

De repente, una voz familiar sonaba, mirando hacia el sonido.

Al lado había una cafetería, Simón estaba justo en el asiento afuera, frente a él había una taza de café, Rafael se ponía en pie detrás de él, y hablaba -Señorita Frida, Simón le ha esperado durante …. –

¡Mucho tiempo!

Pero Rafael no hablaba estas últimas palabras-

Porque Rafael pensaba estas palabras y no hablaba.

Principalmente porque la acción de Simón de hoy era tan extraña, lo que hacía superaba por completo las expectativas de Rafael.

¿Cuándo tenía una mujer al alrededor de Simón?

Hacía apenas un mes se llamaba de repente para decir que tenía una mujer, pero no tenía idea de lo que había sucedido, y no fue hasta un mes después que descubría que las dos habían tenido relaciones sexuales, justamente en ese momento Leonado lo obligaba a casarse con otra mujer.

Era Frida.

Originalmente pensaba que Frida solamente se quedaba en la familia Fleixa de poco tiempo, según el carácter de Simón, debía maltratarla.

¡Pero quién sabía, en realidad la ayudaba cuando Frida era insultada!

¡La ayudaba e incluso muy generoso!

De repente compraba todo el centro comercial para ella, bueno, esto no era nada en la industria de la familia Fleixa, de todas maneras, era Frida, la mujer que no había sido admitida por Simón.

¿Por qué seguía tan atento?

Y ahora después de ver a Simón, Frida ya no tenía la sensación de pérdida, sonría y caminaba rápidamente hacia Simón.

-¿No te fuiste?

Sin escuchar atentamente, podía darse cuente de que la voz de Frida estaba de alegría.

Simón fruncía su ceño, ¿qué le pasaba a esta mujer?

¿Ahora la actitud hacia él era completamente diferente a la anterior? Con los ojos profundos entrecerrados, Simón se burlaba, no respondía a sus palabras.

Shen tosía y dijo, -Te empujaré-

Al ver esto, Rafael se movía a otro lado.

Frida ocupaba su posición, y luego empujaba a Simón, Rafael los seguía indiferentemente.

Frida empujaba a Simón, el estado ánimo de pérdida ahora se había convertido brillante, pero esta situación claramente no duraba mucho tiempo, porque ella preguntaba.

-Por qué me ayudas, Simón?-

La pregunta se hacía vacilantemente, porque Frida no estaba segura.

Simón se paraba por un momento en la silla de ruedas, y los ojos profundos estaban entrecerrados peligrosamente.

-Mujer, ¿de qué estás imaginando?-

En una palabra, como el agua fría caía en la cabeza de Frida, eliminaba todas sus fantasías.

La acción de Frida obviamente paraba, no esperaba a que hablara, Simón dijo - Comprar el centro comercial para ti, ¿acaso te parece que te intereso?-

-Yo...-

-Una mujer que había casado por segunda vez, e incluso se queda con el bebé del hombre imbécil, yo, Simón Fleixa, no la admitiré, ¿entiendes?-

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Esposa falsa de Simón