El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 216

"Los derrotaré fácilmente a los dos!"

Comenta Dániel antes de estrellarse en el suelo.

"Levántate!"

"No puedes quedarte besando el suelo por siempre Dániel!"

Ordena Bruce al chico.

"Cállate bastardo, eres un hijo de puta."

Reclama Dániel.

"No te conviene decirme de esa forma imbécil porque..."

El aire abandona de golpe los pulmones de Bruce cuando una pared de carne lo golpea en el costado, pero el chico recupera su estabilidad al aferrarse de la ropa del Comandante quien lo embestió.

"Traicionero!"

"Me atacas por la espalda cobarde!"

Resopla Bruce molesto por el ataque sorpresivo.

Dániel aprovecha la oportunidad para ponerse de pie ya que los dos hombres estan distraídos.

Limpiándose la sangre de la comisura de sus labios llenos de tierra, Dániel piensa la mejor manera para derrotar a Bruce y el Comandante.

El chico corre para derribar a Bruce tomándolo de las piernas, pero a qué el chico aún mantiene su agarre en la sucia playera del Comandante no pudo tirarlo.

"Eres un idiota Dániel, no entiendo como puedes ser una sombra!"

"Das asco niñita!"

Bruce recrimina, Dániel le da un codazo en la espalda para quitárselo de encima.

El comandante siente que Bruce relaja el agarre en su ropa por lo que se mueve hacia un lado para dejar que ambos hombres se estrellen en el suelo.

"El idiota eres tú cabrón porque acordamos atacar al Comandante ambos!"

Grita Dániel dándole un puñetazo en la cara a Bruce quien escupe sangre, manchando el suelo.

Otro puñetazo de Dániel golpea la sien de Bruce, un hilo de sangre caliente se desliza hacia abajo por la mejilla sucia del chico.

"De esta no te salvarás, nadie te salvará Dániel!"

Amenaza Bruce.

"Cállate basura humana, pelea!"

Responde Dániel antes que ambos hombres rueden por el suelo mientras el Comandante recupera su aliento y sus fuerzas.

De pronto los tres vuelven a estar de nuevo de pie, los tres se miran fijamente.

Sudando profusamente los tres están estan llenos de pues a cabeza de tierra y piedrecillas.

El aire caliente que los rodea solo dificulta más su lucha, además que la pesada y voluminosa ropa que llevan puesta les impide moverse con libertad.

De pronto los tres fijan su atención en una pequeña sombra que se acerca a ellos sin hacer ruido, acechandolos por los rincones sin iluminar.

Una estela de luz los deslumbra por un momento, lo siguiente que supo Bruce es que esta boca abajo en el suelo con alguien sentado en su espalda.

Dániel intenta ver qué demonios pasa, pero algo rodea sus piernas, antes que se de cuenta el chico es arrastrado por el suelo con una cuerda hasta que desaparece dentro de unos matorrales.

El comandante queda en medio de la arena solo.

Aguzando el oído, el Comandante mira las sombras cambiar inexplicablemente de forma, por lo que estira el brazo para tomar con su mano, justo a tiempo, la pierna que iba a impactar su rostro.

"No esta vez."

Declara el Comandante antes arrojar suelo al dueño de la pierna que lo iba a golpear.

La pequeña sombra ágilmente da la vuelta impulsada por la fuerza del Comandante.

La abuela Arana, la sombra que está atacando al hombre, rueda hacia un costado antes de atacar de nuevo.

La abuela Freda aún yace sentada sobre la espalda de su nieto Bruce quien lucha con desesperación por levantarse del suelo.

Que magia rara usó la abuela Freda que parece pesar como doscientos kilos cuando está sentada sobre él?

"Que decepción mi nieto."

"No sabes como usar tu fuerza para defenderte de tu abuela."

"Anda, levántate niño."

La abuela Freda se levant un poco dándole espacio a Bruce para tomar la mano de su abuela y sujetarla firmemente.

"Soy niño, pero se hacer esto."

Bruce rodea a su abuela con ambos brazos usando su fuerzas, haciendo un movimiento para derrotarla.

La abuela palmea en su brazo, la pelea acaba.

De los arbustos emerge Dániel cargando a la abuela Situ quien está amarrada con la misma cuerda que lo había arrastrado.

Llevando abrazada contra su pecho a la abuela Arana el Comandante toca la campana de rendición.

Los exhaustos contendientes se desploman en el suelo de la arena.

Este es el quinto mes en que los chicos han estado entrenando arduamente de cuatro a ocho de la mañana, todos los días sin descanso alguno.

"Se ganaron su fin de semana libre."

"Bien hecho niños!"

Las abuelas recuperan su voz maternal mientras acarician los rostros de sus nietos con amor y dulzura.

La actitud maternal de las tres abuelas contrasta fuertemente con la fiereza y rudeza con la que ellas pelean en el campo de batalla.

Los tres hombres en el suelo resoplan cansados, pero al momento de escuchar lo que dijeron las abuelas se levantan de un salto.

Y lo hacen en el justo momento en que sus esposas, sus bellas esposas junto con sus adorados bebés llegan en los autos!

No hay premio más hermoso y apreciado que un merecido fin de semana en una playa paradisíaca por cortesía de las abuelas.

Ellos se relajarán mientras conviven las veinticuatro horas con su más preciado tesoro, sus familias.

Los hombres saludan a sus esposas a través de las ventanas de los autos antes de dirigirse al área de vestidores para quitarse las capas de ropa sucia que llevan.

Después se darán un baño reparador con la mezcla de plantas curativas y elixires que las abuelas mismas preparan el cual les ayuda a curarse de todas las heridas y golpes.

Las chicas mientras tanto juegan con los bebés en el área infantil del lugar que las abuelas mandaron construir.

Los meses han pasado rápidamente para los jóvenes padres quienes hacen malabares para dedicar tiempo a sus pequeños y atender su trabajo y actividades cotidianas.

Pero este fin de semana será completamente de diversión relajación en la playa.

Los chicos no pueden esperar para degustar cocteles con coloridas sombrillas, disfrutar la suave y cálida arena en sus pies, escuchar y sentir el mar y dormir en las hamacas.

Este fin de semana será fabuloso!

Mientras los chicos se bañan, las tres abuelas se reúnen con las jóvenes madres.

No hay nada que disfruten más las abuelas que jugar con sus nietos quienes están muy despiertos para sus casi cinco meses de edad.

Se esta notando muy pronto lo listos que serán los bebés quienes son muy curiosos.

Los pequeños toman todo con sus pequeñas manitas, gatean, balbucean, rien y afortunadamente no lloran sin razón alguna.

En verdad son uno bebés adorables y bien portados.

Cuando los autos salen de la propiedad oculta y custodiada para dirigirse al aeropuerto privado, las abuelas se despiden de todos sus nietos, adultos y bebés para regresar a su junta.

"Van muy bien los chicos en sus entrenamientos."

"Están comenzando a dominar técnicas más avanzadas."

Comenta la abuela Freda.

"Si, pero aún tengo dudas."

Indica la abuela Situ.

"Crees que sea una buena idea Arana?"

Cuestiona la abuela Freda quien comparte la misma inquietud que la abuela Situ.

"Como dije Freda, de esa forma mataremos dos pájaros de un tiro."

"Además debemos darle velocidad a esto."

"Nos queda menos de año y medio Aline, Freda, quiero que entiendan eso."

Declara con vehemencia la abuela Arana.

"Incluso yo tendré que apartarme un tiempo y sanar."

"No soy inmune a los estragos del elixir del poder."

Las otras abuelas concuerdan con Arana.

A diferencia de todo el mundo, las abuelas no sienten miedo de fallecer.

De hecho ellas saben que trascenderán a un plano más elevado.

Un plano que les ayudará a seguir perfeccionándose antes de reencarnar de nuevo.

Cuando sea su tiempo correcto.

Arana sin embargo, aún no puede irse.

Como los antiguos, ella todavía tiene una misión en este mundo.

Y hasta que no la complete la abuela Arana no puede pasar a otra vida.

O a otro plano más iluminado en el cual pudiera adquirir sabiduría.

"Bien, estamos de acuerdo las tres."

"Y con la partida de las tres familias, atacaremos."

Puntualiza Arana dando por terminada la junta de las abuelas.

Lorelay pinta junto con su bella hija Emily, la chica le enseña a pintar con dulce líquido sobre una galleta.

En todo momento Lorelay guía los deditos de su pequeña bebé.

Estos meses al lado de su hija han sido los más bellos de toda su vida para Lorelay.

Ahora ella aprecia más a su madre y su abuela.

Edward también ha disfrutado muchísimo el tiempo que ha pasado al lado de su princesa.

Él ha disfrutado de las primeras risas de su bella niña, las sonrisas y primeras risas, los pequeños besitos y de esas pequeñas y delicadas manitas que lo acarician.

A Edward le gusta incluso cuando cuando su pequeña hermosa Emily jala de su corbata con sus bellas manitas.

Incluso las veces que Emily vomitó por reflujo le parecieron hermosas a Edward.

En verdad que Edward se ha convertido en un padre completamente enamorado de su hija.

El celular suena para Lorelay, ella contesta de inmediato antes de cargar a su hija, salir corriendo de su villa  para ñ entrar en la camioneta que la espera fuera.

En otro lado de la ciudad, Teresse juega en el jardín junto con su pequeño Ethan, quien esta sentadito sobre una frazada azul sobre el césped.

Teresse le canta al bebé hasta que observa que uno de los hombres le hace una seña a lo lejos.

La chica comprende, por lo que toma a su pequeño en brazos para  escabullirse por los arbustos de su casa hasta que llegar a un pasadizo que la conduce a un auto blindado que espera por ella.

Solo quedó un calcetín de bebé Ethan olvidado en el césped.

En las empresas Baek-Situ, Edward está en una reunión con nuevos socios comerciales cuando recibe una alerta de intruso en su celular proveniente de la app de seguridad que instaló en su villa.

Disculpandose un momento, Edward sale de la sala de juntas para verificar que nada ocurra en su casa, pero nadie contesta su llamada, ni siquiera el personal de la villa.

Extrañado, Edward comienza a preocuparse porque Lorelay no atiende las insistentes llamadas al celular.

"Tommy localiza a Lorelay, no me contesta el celular."

"Verifica la alerta de seguridad en mi villa, rápido!"

Exclama con temor y aprehensión Edward por celular hacia Tommy.

"Edward, lo siento, yo también estoy en crisis."

"Teresse no está, ni Ethan, no puedo encontrarlos!"

Responde con voz temblorosa Tommy.

"Que?"

"Y los demás?"

Cuestiona Edward al chico.

"Se fueron a descansar a una playa con sus bebés, las abuelas se fueron con ellos."

"Recuerdas que nos dividieron en dos grupos?"

Cuestiona Tommy a Edward.

"Eso no me importa ahora, mi princesa Emily, Lorelay, no están en casa!"

Eleva la voz con angustia Edward.

"Ethan y Teresse tampoco están conmigo!"

"Oye espera, el localizador de Lorelay indica que está en tu casa Edward."

"Puede ser que..."

La comunicación se corta pues Edward sale corriendo hacia su villa sin avisarle a nadie.

Su esposa e hija son su prioridad en este momento.

"Thomas, date prisa, necesito llegar cuánto antes!"

Edward apura a Thomas instandolo a manejar más rápido.

Momentos como estos son en los que Edward se maldice por no haber comprado el helicóptero para atender emergencias familiares como esta.

"Lorelay, Emily!"

"Teresse, Ethan!"

Los gritos de los padres por todas las habitaciones de sus villas son fuertes y desesperados.

La peor pesadilla de un padre, perder a su esposa e bebé les está sucediendo en este momento.

Pero como?

Los sistemas de seguridad están bien los guardias están en sus lugares, los guardaespaldas tampoco vieron nada inusual.

Entonces como carajos desaparecieron sus esposas?

Ambos padres se desvanecen casi al mismo tiempo después de sentir un piquete en su cuello.

Los dos despertaron mareados y desorientados dentro de un auto.

"Edward, Tommy, ayuda!"

Las voces lastimeras de sus esposas los ponen en alerta por lo que  miran a su alrededor.

Definitivamente alguien los secuestro junto con sus esposas y bebés, por lo que deben rescatarlas.

"Edward, te puedes mover?"

Cuestiona Tommy.

"No, parece que estoy pegado con algo al asiento, pero no comprendo con que."

Los dos se sienten atados por algo invisible pero la realidad es que la oscuridad donde estan les impide ver las ataduras a lo largo de su cuerpo.

"Las encontré, déjame..."

Tommy no termina su oración porque el auto comienza a moverse, los dos chicos observan que se dirigen cómo a una especie de lago.

Y si no pueden salir de ahogaran cuando el auto se llene de agua!

"Rapido Tommy!"

Grita Edward quien también busca la forma de liberarse, sin embargo sus manos están atadas a sus costados.

Tommy desata una mano de Edward antes de liberarse de las demás ataduras para que abandonen el auto lo antes posible.

"No abren!"

"Las puertas no abren!"

Gritan antes de comenzar a patear con fuerza el parabrisas y las ventanas, pero no se rompen!

Ellos buscan otra forma de salir del auto.

"Funcionan los elevadores de las ventanas, accionalos y sal!"

Ambos abren las ventanas antes que el auto se hundiera por completo.

Los gritos de las chicas se escuchan de nuevo por lo que los dos se levantan para socorrer a sus familias, pero antes de que lleguen algo los derriba.

Algo negro y veloz los derribó por sorpresa.

Tommy empuña la afilada y mortal daga que siempre lleva consigo para defenderse.

Edward se pone a la defensiva para repeler el ataque del oponente.

Los llantos de sus bebés se escuchan fuertes y desesperados por lo que los dos avanzan con sigilo para acercarse a donde proviene el sonido.

Antes de que lleguen algo les saca el aire de un certero y duro puñetazo en la boca del estomago.

"Son sombras, ten cuidado Tommy."

Susurra Edward quien se quita el saco y corbata.

Doblando las mangas de su camisa, Edward aguza sus sentidos.

Tommy hurga en sus bolsillos, para su buena fortuna aún tiene su celular consigo.

Buscando localización del lugar, Tommy activa sus drones con armamento para que los ayuden.

Justo terminó de hacer eso cuando el celular cae de su mano pues alguien lo golpeo, el aparato se rompe por completo en el suelo.

"Es una trampa, debemos..."

Tommy es arrastrado por el suelo antes de terminar su oración.

Edward se enfrenta a un hombre delgado y pequeño frente a él.

Tommy forcejea con quien lo arrastra por ambas piernas con una sola mano mientras lo amenaza con una enorme daga de combate.

"Cállate cerdo, no digas nada o la mujer y tu bastardo morirán."

Ordena el enemigo,Tommy no es muy diestro para luchar por lo que guarda silencio.

El chico ha estado estudiando y practicando tácticas de supervivencia con sus escoltas por lo que espera alguna pequeña distracción del idiota frente a él para  quitarle la daga.

La adrenalina y testosterona impulsa a los dos hombres a pelear.

Ellos deben pelear para rescatar a sus esposas e hijos.

Ellos no pueden fallar.

Edward se tranquiliza para enfocarse en el hombre que lo golpea velozmente pues apenas puede verlo.

Los golpes del enemigo son certeros, rápidos, brutales y deconcertantes pues provienen de alguien tan pequeño y delgado.

"Eres una mierda Situ!"

"Solo eres mierda!"

Vocifera el oponente de Edward quien se enfada por lo que dice.

Usando sus puños, piernas, pies y todo su cuerpo Edward lucha para derrotar al oponente.

A la lucha se une otro hombre vestido con camuflaje militar quien también pelea muy bien.

"Rindete cabrón hijo de puta o mataremos a las mujeres y los bastardos!"

Ordena el hombre a Edward quien observa a Tommy luchar contra un hombre en un rincón.

Sin embargo, en un descuido, una pistola se coloca  contra la frente del chico.

"Se acabó cabrón, camina."

"No eres más que un cobarde llorón  que no puede defender a su familia."

Se burla con voz grave el oponente de Tommy.

Teresse junto con Lorelay aparecen en el suelo, a su lado dos bultitos lloran desconsoladamente.

Las chicas están están amarradas y golpeadas.

El hombre que amenaza a Tommy retira el arma de su frente antes de dispararle a su esposa e hijo.

La sangre fluye después de escucharse el sonoro ruido del disparo.

Lorelay llora al ver a su amiga y bebe muertos.

Una furia que no conoce invade a Tommy por lo que acaba de ver por lo que se abalanza contra el hijo de puta que asesinó a su esposa para matarlo con sus propias manos.

Venganza es lo que Tommy quiere.

Y morirá después de matar con sus manos a ese bastardo, porque sin su esposa e hijo no tiene nada porque vivir.

"Quieres experimentar también lo que sintió ese idiota Situ?"

"Quieres ver como tiñe de rojo el suelo la sangre infantil de tu hija?"

"O quieres que te cuente como chilló tu esposa cuando la violamos los tres?"

Edward aprieta los puños tras escuchar lo que le dijo el maldito  hombre, por lo que también se lanza contra los dos hombres que lo tienen amagado.

Una pelea violenta, encarnizada y dura se lleva a cabo por todos lados.

Pero ambos hombres terminarn en el suelo una y otra vez.

Ambos jadean por aire, pero al ver a su esposas y bebes, vuelven a levantarse para seguir combatiendo.

Sin embargo los enemigos no parecen ni cansados ni jadean por aire.

Tampoco parece que los golpes que les proporcionan Edward y Tommy les hagan daño alguno.

"Malditos bastardos hijos de puta."

Resopla Edward mientras se toma las costillas con sus manos.

Tommy también esta muy golpeado, pero se sigue del suelo.

"Solo son patéticas sombras de los hombres que fueron una vez!"

"No finjas Situ, sabemos que antes eras un mafioso, un gangster, pero ahora..."

"Te haz vuelto blando!"

"No eres mas que un patético padre de familia!"

"Y el otro estúpido...es aún más débil."

"Son una decepción los dos!"

"Maten a la mujer y a la niña, son tan irritantes!"

Ordena uno de los hombres hacia los demás.

Tommy se mueve para apartarse del enemigo, ignorando el dolor abraza a Lorelay para protegerla cuando la bala lo impacta en la espalda.

Más balas impactan la espalda de Tommy, sin que el chico pueda hacer más, las balas lo atraviesan, impactando a Lorelay quien tiene a Emily en brazos.

Rojo...

Todo se volvió rojo en la visión de Edward cuando escucha que los hombres se rien por lo que hicieron.

Algo dentro de la mente y corazón de Edward se desconecta.

Su lado malvado y cruel sale a flote en ese momento.

Un lado que había dejado de lado cuando Lorelay desapareció y regresó a su lado.

Una ira asesina lo recorre mientras que el corazón bombea adrenalina y testosterona a su cuerpo preparándolo para dar una batalla a muerte a esos hijos de puta.

Y no se detendrá hasta verlos desangrarse en sus manos.

***By Liliana Situ***

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