El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 127

"Porque estás melancólica Lorelay?"

Pregunta James mientras baila con ella al ritmo de la tranquila música.

Lorelay suspira antes de permitir que su voz normal regrese a ella.

"James, hace tiempo tuve una experiencia con una boda y Edward."

"Aunque se que fue mentira ese recuerdo, no debería de dolerme."

"Pero duele."

Esta vez Emily apoya su cabeza contra el pecho de su primo buscando cariño y comprensión.

James la abraza también, pues sabe que no había sido nada fácil todo lo que ella había atravesado.

O lo que aún tenía que pasarle.

Dos parejas roban la atención de los demás en la pista de baile.

Teresse y Tommy bailan muy cerca, extasiados de tanta felicidad.

Mientras que james y Lorelay se abrazan con dolor contenido.

La música les hace sentir diferentes cosas a las parejas.

Para algunos amor, ternura, pasión.

Para otros, tristeza, angustia y lástima por ellos mismos...

Aunque no había propiamente un banquete, todos se acercaron a una mesa decorada cuando el chef sirvió pequeños bocadillos delicados.

Frutas picadas, postres pequeños y deliciosos cupcakes.

Además habia vino, champaña y demás exquisiteces.

Todos rien y conversan alegremente mientras toman muchas selfies con los recién casados.

El Dj puso música electrónica y de diferentes estilos, por lo que todos regresaron a bailar alegremente a la pista.

Incluso Lorelay olvidó su melancolía, por lo que también bailaba y reía con todos.

La madrugada los sorprendió felices y agotados.

Teresse y Tommy se despidieron de ellos para subir a su auto e ir al aeropuerto, donde tomarían un avión para un destino que Tommy mantenía en secreto.

Habían sido una pequeña boda realmente diferente, acogedora y hermosa!

Los demás también se despidieron y subieron a sus autos para regresar a casa a descansar un poco.

La jornada laboral los esperaba por la mañana.

Recostada en su cama, Lorelay descansa con los ojos cerrados mientras medita que haría más tarde...

En su casa, Edward tampoco había dormido, pero por diferentes razones.

Pensaba mucho todo lo que le había Lorelay pues en ciertas cosas ella tenía razón.

Cuando él conoció a Lucy solo se fijó en ella por su dije y por eso la mantuvo a su lado.

Pero nunca le regaló flores, ni tuvo detalles románticos con ella.

Ella lo acompañaba a comidas o cenas con clientes y siempre estaban trabajando juntos...

Pero nunca habían tenido una cita real, solo habían estado juntos.

Lo mismo pasó con Shirley.

Aunque con ella fue una relación forzada y organizada por los padres de los dos.

Edward se pregunta si realmente podría hacer que esa mujer dura y fría se enamorara aunque sea un poco de él.

Pero la apuesta estaba hecha.

Él sabía que ella la aceptaría, por lo que tendría que esforzarse y necesitaría mucha ayuda.

Marcó muchas veces el número de Paul y el de Tommy pero ninguno de los dos le contestaron jamás.

Sin saber a quien más llamar, Edward decidió buscar en internet como ser romántico y detallista.

Pero mientras más leía, más se estresaba y más se fastidiaba.

Por último se quedó dormido en su cama, con la tablet de lado soñando con Emily de nuevo.

Paul se había quedado dormido cuando sintió un ligero movimiento en la cama de Carolina, por lo que despertó sobresaltado.

Pero se tranquiliza cuando observa que la enfermera esta acomodando de nuevo la ropa de cama de Carolina además de colocarle una frazada extra, pues la temperatura había descendido.

El semblante de la chica aún es aterrador, pero ya tiene un poco más de color en sus mejillas, su rostro ya no muestra tanto dolor y parece más relajada.

Paul estira los brazos antes de acariciarle suavemente el cabello.

Él tiene miedo de acariciarle otra parte del cuerpo y lastimarla más de lo que ya estaba.

"Puede dormir en la otra cama al lado de ella."

Susurra la enfermera, pero Paul niega.

Él no se apartara de su lado hasta que por fin abra los ojos y ella misma lo eche de su lado...

O le permita quedarse a su lado.

Encendiendo su celular, Paul nota cuando llegan notificaciones de rodas muchas llamadas perdidas de Edward lo cual es raro.

Pero él no tiene ganas de hablar con Edward ni con nadie ahora.

No al menos hasta que Carolina despierte.

La mañana comienza por lo que todos se alistan para un nuevo día.

La empresa de diseño ahora formalmente llamada "Dream Design" y tiene a James como Presidente y a Dániel como vicepresidente.

Gracias a la excelente estrategia publicitaria de Lorelay la empresa tiene muchísimos proyectos en puerta.

Además de muchos más clientes, peticiones de diseños e incluso comenzaron el arduo proceso de selección de nuevo personal.

James se encarga de entrevistar a los nuevos diseñadores y juzgar su talento.

Dániel se encarga de la parte administrativa.

Johana se dirige al hospital con el pase que Tommy les había dado para que entrara, pues quiere visitar a Carolina.

Aunque aún esta inconsciente, los signos vitales de la chica herida se habían estabilizado.

El corazón de Carolina late fuerte y le habían quitado el respirador, pero aún debe usar una mascarilla de oxigeno.

Johana hace entrega a Paul de algunos extractos necesarios para la salud de Carolina al igual que le entrega infusiones para que él tome.

Johana no hace esto porque realmente aprecie a Paul.

Lo hace porque no quiere que él hombre se debilite.

Johana quiere que Carolina lo torture en su forma óptima.

Y por ello, si Paul estaba débil, Carolina no disfrutaría torturandolo.

En su departamento, Lorelay habla con su familia a través de una videollamada.

Ella se asombra al ver lo hermosas que están sus sobrinas!

Flora habla con Lorelay mientras sostiene en brazos a la bebé casi recién nacida.

Al fondo de la imágen se aprecia a su padre David, jugando con la pequeña Elisbeth.

"Emily, queremos verte."

"Te extrañamos demasiado todos."

Comenta Flora hacía la chica.

Cuando Emily desapareció, obviamente que los Mu también comenzaron su búsqueda por todos lados.

Ryan contrató investigadores privados costosos, pues se enteraron en las noticias y por otros medios de la recompensa que Edward ofrecía por su información.

Pero ella apareció en casa de Ryan sana y salva solo unas semanas después de su desaparición.

Ella les conto en ese momento, a medias y omitiendo algunos detalles escabrosos, el porque tuvo que desparecer.

Durante el tiempo que estuvo en Dinamarca con la abuela Freda, les hacia una videollamada con cierta frecuencia.

Pero ahora que había regresado a la ciudad, no había tenido tiempo de visitarlos, a pesar de no estar tan lejos...

"Pronto los visitaré hermanita."

"Dale muchos besos a mis sobrinas hermosas."

"Por favor dale un abrazo a Ryan de mi parte y un beso a mi padre, cuidalos mucho."

Ambas se despidieron.

Lorelay volvió a tomar las riendas de la situación.

Su hermana adoptiva ya estaba casada y tiene dos nenas hermosas.

Todos sus amigos y su hermano están comprometidos.

Incluso Tommy los había sorprendido con esa boda relámpago...

Tal vez muy pronto comenzarían todas las bodas.

Y ella sería la única soltera del grupo.

A Lorelay no le interesa conocer ningún otro hombre, no tanto por solo serle fiel a Edward, si no más bien por su experiencia previa con Dorian.

La chica se da prisa en ducharse, maquillarse y arreglarse.

Ella está decidida en aceptar la apuesta de Edward, por lo cual ese día iría a la empresa.

Si no terminaban juntos, al menos le haría pagar con sangre todas las humillaciones que le hizo como Emily.

De pie frente al espejo, Lorelay revisa cada detalle de su aspecto.

Vestido precioso gris perla que le llega arriba de la rodilla.

Joyas exquisitas de plata, cabello perfectamente planchado y alisado que brilla.

Tacones altos y maquillaje impecable.

"No mas debilidades ni vulnerabilidades."

Se dijo a si misma.

Lorelay toma su bolso para salir a hacerle frente al día.

Y a Edward.

Los trabajadores habían terminado de desalojar por completo todos los muebles que estaban el la oficina que antes habia usado Carl, dejando el espacio limpio y vacío.

Edward espera que Lorelay asistiera ese día a la empresa para entregarle esa oficina para que ambos puedan trabajar en la mayor armonía posible.

Miranba por la ventana a la calle, cuando la puerta de su oficina se abrió.

Lorelay apareció en el umbral.

Sandra, la secretaria de Edward le habia dicho que el CEO estaba en esa oficina cuando ella llegó.

"Buenos días Lorelay, que te parece?"

Cuestiona de forma amable Edward.

Deteniéndose frente a ella, Edward le entrega los papeles que lleva en la mano.

"Estos son algunos estados de cuenta recientes de la empresa de diseño."

"Tal vez tengas datos más específicos pues parece que tienes más información que yo."

Declara Edward.

"Nadie entrara en este lugar a menos que tu le decidas."

"Ni siquiera yo entraré sin tu permiso, pero tu tienes acceso a toda la empresa."

"Puedo suponer que aceptarás mi apuesta, correcto?"

Lorelay observa la oficina vacía completamente.

Ella toma los documentos de las manos de Edward mirándolo fijamente.

Extendiendo su delicada y blanca mano, Edward la acepta.

"Aceptó tu apuesta Edward."

"Pongamos una fecha específica, mi tiempo no se puede malgastar para siempre."

Indica Lorelay.

"Propongo solo cinco meses de mi tiempo."

"Aunque como dije, podríamos ahorrarnos todo este acto si firmaras todos los papeles cediéndome la empresa en este momento."

"Estoy segura que ganaré."

Edward sonrie porque espera esa actitud de ella.

Además el tiempo también le parecia perfecto.

"Desde este momento, puedes hacer uso de este espacio que es solo tuyo, pero no perderé."

"Esta empresa es mía y la empecé cuando no valía mucho.

Responde Edward confiado.

"La hice crecer y la expandi a base de fusiones y alianzas."

"Por lo tanto yo también estoy seguro que ganaré."

"Aunque me encantaría hacer negocios contigo, como una alianza más para mí."

Lorelay también sonrie ante su actitud.

Este es el Edward de siempre, solo interesado en el dinero en sus bolsillos.

"Traeré a mi gente para que comience a decorar este cascarón vacío."

"Retírate por favor y déjame revisar los numero de mi empresa."

Lorelay caminó a la ventana con el celular en la mano.

Edward la observa un segundo...

Él tiene que actuar desde ese momento o perderá irremediablemente!

Una conmoción se suscita en la empresa Situ cuando James en persona dirige un equipo de chicos nuevos en dirección a la oficina vacía de Lorelay.

Todos intentan tomarse selfies con James.

También buscan su autógrafo hasta que Edward en persona sale a poner orden.

Lorelay espera a James.

Edward observa que la interacción de ambos es íntima...

Como si ella no fuera su manager, sino más bien su amigo.

Lorelay le explica a James a puerta cerrada lo que quiere para su oficina.

Pronto, los chicos junto con él comenzaron a hablar por celular para esperar a los muebles y demás artículos para la oficina de Lorelay.

Lorelay sale del brazo de James de la empresa.

Edward observa todo desde su ventana.

No sabe cuales son las flores favoritas de esa chica.

O cual es su comida favorita...

Tampoco sabe si le gustan los chocolates o algún otro dulce.

No sabe si le gustan los regalos, los peluches, o algo personal de ella!

Por eso Edward esperara a que los chicos en su oficina terminen de amueblarla y decorarla para que le diera un vistazo rápido.

Y de esa manera Edward pudiera darse una idea de los gustos de la joven.

En el restaurante exclusivo, James habla con Lorelay acerca de las pinturas de la próxima subasta.

Ella sabe que esta atrasada con algunas pinturas que habia dejado a medias.

"Esta tarde iré a la casa estudio para terminarlas James."

"Lo había olvidado por completo."

"Estar con él es demasiado desgastante."

Comenta entre bocados Lorelay.

Además, pintar la relaja y de ese modo plasmar todas sus emociones en sus cuadros.

"Bien, entonces regresaremos después de comer a la casa."

"Johana y Maggie estarán ahí, pues ambas se ayudan con los visitantes y compradores."

A Lorelay le da mucho gusto que todo este saliendo tan bien, pero en el fondo todo esta demasiado tranquilo.

Esa paz le resulta incomoda.

Algo parece confabularse cuando hay demasiada paz.

"Todo ha estado bien en el bajo mundo?"

Sin Carolina que estuviera vigilando por ella, Lorelay solo podía confiar esa tarea a James.

Ella aun no conoce a todos los jefes que habían estado en esa reunión.

"He escuchado rumores de que el Topo no quedó contento al saber que una mujer se quedara a cargo como jefa."

"Se reunió con algunos otros jefes menores y sucesores para hablar de eso."

"Pero es todo lo que se."

Lorelay metidas sus palabras.

Si algo ocurría necesitarían de Edward y de la abuela.

Aunque Lorelay tenía unos cuantos infiltrados en las organizaciones más básicas y menos sórdidas del crimen organizado, no siempre era seguro que le informaran.

Esos espías iempre se mantenían vigilados por sus jefes y ser descubiertos significaba la muerte.

"Sin Carolina, Bruce y ahora Tommy tendremos que ser mas cautelosos."

Asevera James.

Lorelay concuerda.

Necesitarán todos los oídos y ojos posibles para enfrentar cualquier eventualidad.

Como si ellos dos pudieran presentir algo, El Topo se reunía en ese mismo momento en ese restaurante con dos jefes jóvenes, lideres de drogas y prostitución.

"Alguno de ustedes ya pudo averiguar quien es la maldita mujer repugnante que está usurpando el mando?"

Pregunta con su desagradable tono de voz.

No le dicen el Topo por nada.

Su enorme barriga dura, su peluquín mal peinado con algunas hebras de pelo grasientas de lado...

Su tono demasiado bronceado en su piel aceitosa junto con esos diminutos ojos y dientes de conejo delanteros lo hacen ver como un topo humanizado.

Todos le tienen algo de miedo y poco de respeto, pues es cruel con sus enemigos.

Y sus métodos de tortura usualmente incluyen enterramientos vivos, sofocaciones lentas y dolorosas...

Y operaciones sin anestesia de sus médicos que experimentan cosas.

Todas eran ideas de su mente retorcida.

"Se protegió muy bien su identidad."

"Lo único que pudimos averiguar es que alguien ejecutó unos hombres en la propiedad de Carolina, la mano derecha de Mascara de Bronce."

"Al parecer fue una venganza y hemos podido constatar que Carolina no ha hecho sus rondas habituales."

"Su casa está custodiada por más elementos..."

Eso podía ser bueno para ellos si sabían usarlo bien.

"Consigan toda la información que puedan, retirense ahora."

La incomoda reunión terminó.

El Topo marcó el número de uno de sus hombres de confianza.

"Averigua todo lo que puedas del ataque que tuvo Carolina y revisa si hay alguno otro involucrado."

Estaba a punto de retirarse cuando uno de sus hombres le comenta que unos hombres quieren verlo.

Dicen que quieren proponerle algo contra los Black.

El Topo siempre quiso derrocarlos, pues le parecían niños ricos jugando a ser mafiosos y eso lo insultaba.

"Dejalos entrar."

"Veremos si de verdad tienen algo que me interese."

Dos hombres entraron a la sala privada y no tomaron asiento hasta que el Topo les indicó donde podían sentarse.

"Hablen, mi tiempo es demasiado valioso."

Ordena encendiendo un puro y tomando de golpe su vaso entero de coñac.

"Tenemos un contacto que puede decirnos donde está la nueva base de los Black."

"Pero aún está en la cárcel."

"Por lo que necesitamos sacarlo para que nos lleve a los laboratorios donde fabrican el suero de la verdad."

El Topo los escucha sin cambiar de expresión.

"También podrías capturar al hombre que la fabrica por medio de su novia."

"Ella está muy enferma y si la secuestras hará todo por ella."

El Topo había comprado a precios exorbitantes el suero de la verdad algunas veces.

Al hombre le encanta el efecto que tiene en sus enemigos y gente, pero le parecía una suma ridícula de pagar.

Él nunca pudo rastrear donde producían la sustancia.

Eso si era algo que le interesara.

Y tenía el plus de poder destruir a esa pandilla de mocosos que se creían mucho detrás de sus mascaras negras y Aston Martins blindados.

"Como se llama tu soplon y en que cárcel está?

Pregunta el Topo mirando impaciente su celular, pues ya tiene otra reunión en otro lugar con otros mafiosos.

El Tipo no descansaría hasta que diera con la identidad, donde dormía y donde vivía aquella maldita usurpadora.

"Carl Situ."

Ese nombre dejó perplejo al topo.

"Carl Situ?"

"El primo del CEO Edward Situ?"

Pregunta el Topo incorporándose un poco de su sillón donde casi esta acostado.

"Si, el mismo."

Si bien recordaba el hombre, su primo Edward lo había puesto tras las rejas por abuso de confianza y desvío de capital.

Acaso tendrían los Situ algún nexo con la mafia?

O solo habia sido un golpe de suerte que se enterara de algo en alguna de sus reuniones de ricachones en sus yates?

"Lo visitaré primero y hablaré con él."

"Si me dice lo que quiero oír tendremos un trato."

"Pero que ganan ustedes con todo esto?"

Cuestiona el obeso hombre.

"Ustedes son familiares de Carl?"

Los hombres negaron.

"Queremos venganza para nosotros y recuperar lo que era nuestro."

"Ese Edward Situ junto con una familiar nuestra nos estafaron, nos encerraron y después se olvidaron de nosotros."

"Pero nosotros jamás nos olvidamos de ellos."

"Afortunadamente la suerte nos sonrió y pudimos salir."

Declara un hombre decidido.

"Ahora es tiempo de venganza contra ellos dos."

"Su primo nos facilitará las cosas."

"Además, él también se vengara de lo que le hizo."

"Todos ganamos."

Giro interesante de las cosas.

"De acuerdo, lo visitaré mañana."

"Hoy tengo demasiada apretada mi agenda para verlo."

"Retírense."

"Dejen su contacto a mi hombre afuera y esperen mi llamada."

Indica el Topo.

"Y por su propio bien espero que sea cierto lo que me dijeron."

"Larguense ya."

La puerta se cerró detrás de los dos hombres.

El Topo se queda meditando todo.

Conoce los negocios que los Situ tiene en la ciudad, demasiado limpios y rectos como para imaginar que tendrían alguna conexión con el bajo mundo.

"Con que Carl Situ, eh?"

"Bueno espero que me diga exactamente donde está ese Daniel Black."

"Y tendré una larga charla."

"Espero que Lara siga siendo tan hermosa como antes..."

Cuando el Topo salía del restaurante escoltado por sus hombres pudo ver a lo lejos a Lorelay junto con James.

El asqueroso hombre los reconoció al instante.

De inmediato ordena a uno de sus hombres que los alcanzara para pedirles un autógrafo y una foto, pues también los admira.

El hombre corrió de prisa y pudo interceptarlos a ambos antes de que entraran a su auto.

El hombre señaló a donde estaba su jefe, ambos sonrieron.

"Lorelay sonríe."

"No hagas enojar a esta gente y sigámosle la corriente."

Susurra James.

"Se quien es ese hombre, James."

"Para mí desgracia tuve que encontrarme hoy a mi enemigo."

***By Liliana Situ***

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