El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 123

Edward despierta sobresaltado de sueño y se quita las sábanas de encima.

Observa toda la habitación donde está buscando algún indicio que no fue un sueño lo que vivió anoche.

Le dolía la cabeza ligeramente, pero se levantó sin importarle el dolor.

O que tuviera solo pantalón de pijama.

Él buscó una sudadera en su armario y salió al pasillo para dirigirse a la sala de monitoreo.

Un monitorista de guardia le abrió la puerta y lo dejó entrar.

"Sal, quiero revisar algo por mi mismo."

Pide el CEO.

El hombre obedece saliendo en silencio del pequeño cuarto cerrando la puerta.

Edward rebobina de prisa las cintas de grabación mientras su corazón late fuerte.

Detuvo las imágenes cuando vió la figura de Lorelay entrando en su oficina...

Retrocedió un poco más para ver que había pasado después de que Paul se había ido.

Encontró lo que buscaba.

Edward vió como su mal amigo se retiraba y Émél se quedaba solo.

Después adelantó las imágenes, pues sabe bien lo que le había ocurrido.

Pudo ver como se golpeaba la frente al caer inconsciente en el piso de su oficina.

Se tocó la frente y pudo sentir la herida, pero esta limpia y no duele.

Después pudo ver como una chica que reconoció como una empleada de vicepresidencia entraba.

Era tarde por la noche.

Lo observaba con cuidado arrodillada en el suelo.

Lo levantaba un poco poder acariciarle la cara y besarle los labios.

Esas imágenes lo enfurecieron, además de causarle asco y repugnancia.

Pero continuó viendo lo que había pasado, tenía que ver todo.

Después vio como salía la chica de prisa y tardaba un tiempo en entrar.

Cuando la puerta se abrió, Lorelay entro por ella.

Detuvo la imágen en ese momento.

Tenía razón!

Había tenido razón todo este tiempo!

Eso explicaría porque se sentía tan atraído por ella.

Era Emily!

Con un disfraz hermoso y sofisticado de ella.

Pero era en escencia su Emily quien había regresado a su lado.

Tembloroso, Edward siguió observando las imágenes.

Lorelay entraba y lo observaba, después encaraba a la chica.

Lorelay amenazaba a la chica con una daga y hacia que ella huyera despavorida.

"Vaya, es bastante ruda."

Comenta Edward quien adelanta un poco más la escena.

Pudo ver como ella lo levantaba, trataba de incorporarlo sola, pero segundos después la abuela entra y le ayuda a levantarlo.

Le pide que se retire, ella asiente y sale por la puerta.

Pero antes deja entrar a una chica con cabello café y lentes, delgada y con fleco.

Los ojos de Edward no pueden creer lo que ven.

"Lorelay no es Emily..."

"Emily esta a su lado y vino a verme!"

Edward se recarga en el asiento y vuelve a darle play a la grabación para seguir observando.

La abuela junto con Emily lo llevan a la recamara donde la cámara no puede grabar.

Lorelay se queda en la puerta mientras Emily junto con la abuela se acercan.

Lorelay se despide de la abuela e ignora a Emily completamente.

La abuela abre la puerta y le pide a la chica que se vaya también.

Ahora Edward esta más confundido.

"Entonces, Lorelay no es Emily..."

"Pero donde está ella?"

Debe hablar con su abuela urgentemente.

Saliendo de la habitación diminuta, Edward corre a su oficina para darse una rápida ducha, cambiarse de ropa y arreglarse.

La abuela debe saber donde está Emily!

Su Emily por fin regresó y está bien!

Sandra observa a su jefe correr en pijama por el pasillo hacia la oficina.

Ella se contiene de reírse de él.

Nunca antes lo había visto tan desaliñado y le pareció bastante cómico.

Edward se da la ducha más rápida de su vida.

Se viste con el mejor traje que tiene, se peina impecablemente, se pone su loción favorita y busca su celular.

Lo encuentra en su mesa al lado de su cama y extiende la mano a su cama.

Recordaba haber dormido con Emily, pero eso no había pasado según la filmación de las cámaras de seguridad.

Encendió su celular y pudo ver la sonriente foto de Emily...

Edward acaricia la pantalla antes de que una llamada entrante lo sobresaltara.

El tono de la canción favorita de Emily sonó, pues eso lo hacía recordarla todavía más.

Además ya se había encariñado con el tono de llamada.

"Abuela, yo estaba a punto de hablarte también!"

"Ayer estuviste en mi oficina junto con .."

La abuela lo detiene.

"Edward te espero al medio día en punto en mi villa."

"Tenemos que hablar muy seriamente de lo que pasó ayer."

"Involucraste a demasiadas personas en tu juerga."

"Por desgracia también diste una pésima imágen a nuestra nueva inversora."

"Más te vale tener una poderosa excusa y una excelente razón para tus acciones deplorables."

Sin dejarlo responder termina la llamada.

Edward se queda atónito.

"Entonces fue un sueño demasiado vivido?"

"No puede ser!"

"Yo la vi!"

"Sentí sus manos, pude escuchar su voz..."

"La bese!"

"Estoy seguro que la besé."

Edward no está de acuerdo en que fuera un sueño.

Simplemente no esta de acuerdo.

Marca el número de Paul para averiguar que tal le fue con Carolina y su celular no le da ni siquiera tono de llamada.

No se preocupa en volver a llamar antes de que Sandra toque la puerta de su oficina.

"Adelante."

Edward habla poniéndose su reloj observando la hora.

Las nueve de la mañana.

Sandra entre con su café y unos documentos que necesita que Edward revise y firme con urgencia.

"Sandra llama a la asistente de vicepresidencia a mi oficina."

"Necesito hablar con ella."

Sandra está alertada de lo que pasó por la abuela.

"Lo siento Señor Situ, pero la señorita que busca no vino a trabajar este dia."

"Quiere que le marque para que vengan de inmediato?"

Responde su secretaria.

Edward siente asco de verla de nuevo por lo que le ordena a Sandra.

"No, informa a recursos humanos que la despidan."

"Que le envíen por transferencia bancaria su liquidació."

"Envía un boletín para que ninguna de nuestras empresa, ni ninguna empresa la contrate en esta ciudad."

Sandra asiente y se retira en silencio.

No quiere volver a ver a esa chica nunca más.

Edward se sienta en su silla giratoria para revisar los documentos cuando nota sin querer que la oficina está limpia de botellas que bebió ayer.

Se levanta a revisar su caja de puros y esta vacía.

Su cantina tiene menos infusiones que él mismo prepara.

Edward se pregunta que realmente habrá pasado.

Se toma despacio su café frente a su ventana observando la ciudad entera y su movimiento incesante.

Todo sigue igual, nada ha cambiado.

Pero, Edward espera que la abuela tenga más respuestas para sus dudas.

Paul en el hospital observa los cambios en la cara de Carolina y se preocupa porque parece que tiene mucho dolor.

Le toma la mano para consolarla.

Carolina parece susurrar en voz muy baja.

Acerca su oído a su boca y escucha que dice algunas palabras sueltas.

Se detiene un momento y logra decir una frase completa que le detiene el corazón.

"Paul,te amo..."

Paul le besa la frente y las mejillas porque también siente lo mismo que ella.

"Yo también te amo Carolina."

"Yo también te amo demasiado."

"Abre los ojos y déjame amarte por favor."

Le rodea el cuerpo con cuidado, la cubre bien todo el cuerpo con las frazadas.

Paul enciende la luz blanca que esta encima de ellos para apreciarla mejor.

Justo en ese momento, en el sueño de Carolina el terrible sonido del disparo se disipa para que ella pueda abrir los ojos lentamente.

El Paul negro yace en el suelo, asesinado por un Paul vestido de traje blanco, que tiene una sonrisa hermosa, radiante y angelical.

La carga en sus brazos e instantáneamente Carolina deja de tener dolor y su vestido se blanquea.

Puede ver sus pies descalzos que se mueven y su espalda está recuperada.

"Yo también te amo Carolina y seremos muy felices juntos.'

"Déjame amate por favor."

Carolina lo abraza por los hombros mientras se besan bajo un sol radiante y calido que los envuelve en esa luz brillante para perderse en esa felicidad absoluta.

Paul puede sentir que la mano de Carolina le da un ligero apretón.

Una ligera sonrisa se forma en el rostro de su amada.

Une su frente con la de ella y resuelve que no se apartará de su lado hasta que ella despierte.

Lo perdone o asesine.

No importa lo que ella decida.

En cuanto despierte le dirá de inmediato que la ama de verdad y que lleva un buen tiempo amándola.

Durante toda la madrugada y mañana observa como los médicos le dan ciertos líquidos vía intravenosa.

Tommy lo visita en la habitación.

Observa que Carolina ya no está terriblemente pálida.

Paul está más tranquilo y esperanzado, cosa que le alegra pues comprende que su situación con ella es muy dura para cualquier hombre que de verdad ame a una mujer.

Tommy esconde el ramo de flores que le compro a su amada Teresse.

Nunca le había regalado flores y ese dia era el día perfecto para empezar a hacerlo.

Situaciones como las de Paul les dan perspectiva de lo frágil que es la vida.

Tommy agradece tener a su lado a esa mujer hermosa que lo soporta en su bunker junto con sus manías frente a muchos monitores de laptops y computadoras.

"Tommy, están hermosas las rosas!"

"0ero por que?"

Teresse huele las fragantes rosas rojas mientras cuestiona a Tommy, pues nunca antes había tenido esos detalles con ella.

"Mi amor, tengo demasiada suerte que estés a mi lado."

"Quiero recompensarte por darte una vida tan enclaustrada."

Responde Tommy de forma amorosa.

"Se que no soy el hombre ideal para ti y que casi nunca salimos del bunker, pero eso va a cambiar."

"Te prometo que seré un mejor hombre para ti."

"La vida es corta y no quiero que alguna vez me pase lo que Paul está experimentando para apreciarte mas."

"Te amo y saldremos al cine, de vacaciones, a donde tú quieras."

Teresse lo calla de un beso pues entiende como se siente.

Ella también da gracias que cuando fueron atacados, Tommy pudo recuperarse.

Por eso siempre esta a su lado.

"No necesitas hacer nada de eso, yo soy feliz a tu lado."

"Recuerda que yo pasé por lo que Paul está pasando."

"Te vi en el hospital muy herido "

"Por eso soy feliz a tu lado, en el bunker donde estamos seguros y a salvo."

"Tommy te amo y eso es más que suficiente."

"Aunque unas vacaciones no suenan mal después de todo."

Tommy sonríe al escucharla.

Su corazón se siente feliz y cálido, pero también se siente feliz al saber que hizo buen al elegir un destino paradisíaco para llevarla a una luna de miel.

"Te prometo que pronto iremos de vacaciones."

"Regresemos a nuestro bunker a darnos un baño relajante juntos."

Teresse se rie por su juguetona idea.

El auto acelera para llegar lo antes posible a su escondite secreto y disfrutar de un baño relajante...

En muchos sentidos.

En la villa Situ, la abuela tiene todo preparado.

Ella espera que Lorelay llegue temprano.

Thomas anuncia que Lorelay ha llegado y la abuela la recibe.

"Mi niña, que ha pasado?"

El semblante de Lorelay es más duro y parece que está enfadada.

"Abuela, siéntate, tenemos mucho que hablar."

"Ya llegó la niña?"

Pregunta observando la estancia y la sala, pues necesita tener todo bajo control.

"Así es."

"Ella esta terminando de retocarse."

"Tu idea fue genial."

"Ahora mi niña cuéntame que pasó."

La abuela escucha con atención todo, ella no puede creer lo que le paso a Carolina.

"Es una verdadera tragedia lo que le sucedió a ella."

"Es ruda pero no por eso es de acero."

Lorelay retoma su expresión enfadada y una chica entra a la estancia.

"Acercate."

Pide Lorelay, ella la observa.

"Abuela, simplemente es perfecta."

Ambas mujeres asienten antes de mirar la hora.

Casi once con treinta minutos de la mañana.

Edward ya está en camino.

"Sabes que decir?"

Lorelay se levanta y se sirve más te energizante.

"Si señorita Baek, no se preocupe."

"Le agradezco la oportunidad de ayudarla."

"Mi padre le manda sus agradecimientos."

"Aún le debemos mucho."

Lorelay le frota la mano y la chica le da abrazo de agradecimiento.

Está feliz de pagar en parte la deuda que tiene con ella por haberle salvado la vida a su padre cuando sufrió un derrame interno.

Se había recuperado tan bien, que estuvieron en deuda con ella pues solo tenían la mitad del dinero de las infusiones.

Tim entró a la sala interrumpiendo la interacción de las dos mujeres.

Él anuncia que Edward ha llegado a la villa.

Todas tomaron su lugar y esperaron pacientemente que Edward entrara a la estancia.

"Abuela, buenas tardes."

"Señorita Lorelay, buenas tarde."

Edward saludó amablemente.

Cuando vió a la chica con la cabeza agachada caminó de prisa hacía ella para alzsrle la carita para verla mejor.

Que decepción...

De lejos se parecía a Emily, pero esta chica tenía pecas y la nariz diferente, los labios mas delgados y sus facciones eran diferentes.

La chica lo mira con ojos de terror.

"Edward Situ que significa este comportamiento tan descortés con la señorita Hun?"

La abuela regaña a su nieto.

"Disculpate con la aprendiz de la señorita Baek ahora mismo."

Lorelay esperaba esta reacción de él después de que viera las cintas de seguridad editadas magníficamente por Tommy.

"Lo siento señorita."

"Pensé que era una persona que realmente quería ver en esta habitación."

"Pero parece que debo hacerme una revisión ocular pues la confundí con esa persona amada."

"Por favor acepte mis disculpas sentidas y a usted también se las extiendo señorita Baek."

"Lamento haber sido tan descortés."

Edward como niño regañado se sienta al lado de la abuela en el sillón frente a las chicas.

Lorelay lo observa con una mueca de desdén mientras bebe su té.

La chica se queda quieta y baja la mirada esperando que Edward le pregunte algo para que ella pueda responder sus preguntas.

Al ver que no dice nada, voltea a ver a Lorelay que le extiende una taza de té relajante para que calme sus nervios.

"Edward puedes decirme porque recibí una llamada del abogado de la señorita Lorelay notificándome de que estabas demasiado borracho en tu oficina?"

Cuestiona la abuela Situ a su nieto.

"Que tipo de celebración tenías para acabar en el estado en el que estabas ayer?"

"De hecho deberías de agradecerle a la señorita Baek por haberte limpiado la herida antes de que se retirara."

"Explícate."

Las tres mujeres lo miran de forma acusadora.

Ahora Edward no sabe que decir en ese instante.

Pero lo mejor sería decir parte de la verdad.

Comienza un relato algo editado del porque estaba así.

Edward evita decir que se sentía demasiado deprimido.

Miente diciendo que celebraba la increíble estrategia de marketing que Lorelay había ejecutado.

"Ese no es motivo señor Situ para que se comporte de esa manera."

"Si recuerda, le pedí que se comportara de forma acorde a su estatus y posición."

Habla Lorelay.

"Si algún paparazzi, o persona sin escrupulosos vende las fotos de sus excesos, las acciones de la empresa de los tres sufrirían en la bolsa de valores."

"Recuerde que somos todos socios y debemos cuidarnos."

"Pensé que estábamos bien cuando lo invité al restaurante."

"Incluso le di el suero de fresas para que gozara de excelente salud."

"Pero usted no aprecia mi amabilidad de ninguna forma."

Se queja Lorelay de forma amarga.

"Y eso es insultante señor Situ, por lo que la señora Situ ayer discutimos su falta."

"Lo más conveniente es que la empresa de diseño sea mía definitivamente."

"A modo personal, creo que un castigo justo es que la pintura se quede para siempre conmigo."

"Está de acuerdo señor Situ?"

La abuela espera respuesta de Edward ante la pregunta de Lorelay quien tiene cara seria también.

Puede sentir que está enfadado.

Lorelay puede ver su enfado también pero esboza una sonrisa triunfante para poder después dirigirse de nuevo a Edward.

"Dígame señor Situ, esta chica bella se parece mucho a su prometida?"

Cuestiona Lorelay.

"Porque parecía muy interesado en ella cuando entró."

"Creo que es justo que nos de una explicación de cuales fueron sus motivaciones para haberla asustado tanto."

La chica alza la mirada.

Edward maldice con sus ojos.

En la grabación se parecían tanto...

"No señorita Baek, no se parece nada a mi prometida."

"Pero si se parece a una mujer que amé pero también lastimé demasiado."

"Digame señorita puedo saber su nombre?"

Le pregunta directamente a la chica.

"Me llamo Eliza Hun, señor Situ."

Edward maldice, porque la voz ni siquiera es tan dulce como la de Emily.

"Mucho gusto señorita Eliza."

"Debo decirle que la confundí demasiado, pero es que se parece demasiado a Emily..."

Edward se tapa la boca por lo que acababa de decir sin querer!

"Ah!"

"Ese es el nombre de su amada perdida señor Situ?"

"Diganos ahora que daño le causó a esa mujer para que huyera de su lado?"

Edward mira a Lorelay quien tiene una sonrisa burlona en los labios, por lo que él comienza a enfadarse.

"Lo siento, es personal."

"No debí decir nada."

"Creo que lo mejor será dejarlas damas, me retiro."

Edward se levanta pero Lorelay lo toma del brazo con fuerza para sentarlo de nuevo en su lugar.

"No se irá a ningún lado señor Situ."

"Aun debemos hablar de su actitud frente a la empresa."

"Dígame su precio y estoy dispuesta a comprarle sus acciones restantes."

"Quiero dirigir junto con la abuela Situ la empresa de forma más eficiente y responsable."

"Pienso que soy muchísimo mejor para la empresa."

"Tengo de mi lado los medios para poder fortalecerla y hacer que crezca más."

"Usted podra emborracharse y ahogarse en alcohol todos los días de su patética vida sin que conducta nos afecte en nada."

"Mi abogado me preparó este documento para que lo firme."

"En ese documento usted me cede los derechos completos de la empresa de diseño en su totalidad."

"Por sus acciones lamentables de ayer señor Situ exijo que se me compense mi desgaste emocional al tener que acudir a rescatar a mi socio de su borrachera en el suelo de su propia oficina."

"Quiero la totalidad de sus acciones para comprarlas y su renuncia."

"Tomaré su lugar como CEO de las empresas a partir de este momento."

***By Liliana Situ***

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