El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 15

Mauren estaba suspenda por el glacial tono y la trova mirada, apenas respiraba durante un buen rato.

Se marchó Senda llevándose su elegante temperamento.

Entendía finalmente Mauren que el motivo conel que vino aquí Senda era para mostrarle su autoridad.

Tenía que contarla que nadie podía maltratarla si él quería, incluso las familias de ella.

Al contrario, si se descontentaba, podía matarla fácilmente como pellizcar una hormiga.

Solo le hacía saber a Mauren que él era la única persona que podía controlarle la vida.

Senda se quedaba enfadarse radicalmente el asunto que le hubo abandonado la chica en el despoblado después de desintoxicarse aprovechando a él.

¡Qué tacaño ese tipo!

¿Por qué ella no sabía que él era un verrugo en la anterior vida?

Mauren no podía dormirse aquella noche sin tener una buena idea que podía aplazar o cancelar el banquete.

Después del amanecer, al lavarse, Mauren no soportó suspirar mirándose en el espejo.

La piel era blanca y tierna, ¡qué hermosa la cara!

Incluso una persona serena y empedernida como Senda la admiró mucho cuando la vio en la vida anterior.

Pero en esta vida, Senda todavía no le conocía auténticamente, por lo menos en ese momento, se fastidiaba con ella completamente.

Mauren se secó las mejillas con una toalla y salió del cuarto de baño, pero inesperadamente vio que Bita se sentaba en la silla.

A Bita le desagradó el aspecto de Mauren, apretó el puño por el enojo. ¡Esta puta realmente intentaba seducir a Senda con la cara!

Por suerte, Senda ya la hubo abandonado y se hubo iba.

-¿A qué vienes?- se le dirigió Mauren con mala actitud.

¡En la vida pasada Bita no solo hubo causado la muerte de Orson, sino que le hubo dado a Mauren una torta con el cohe!

Mauren creyó que era imposible que Bita pudiera hacer todo ella misma.

¿A quién ella se apoyaba?

Bita le mostró una sonrisa artificial, y le dijo con tono suave, -Mauren, te traigo el postre, el cual he hecho personalmente.

Bita escondía todos el odio y la maldad, la imagen que presentaba ante Mauren era una bondadosa hermana mayor .

-Anoche yo estaba convencida de la mentira de los demás, creyó que te quedabas con un hombre deshonesto, así que te dije lo incorrecto, no me eches a mí la culpa, ¿no?

En la vida anterior, le mentía Bita a Mauren con la actitud tan simpática y sentida como así.

Mauren fue engañada por ella, pero nunca se dio cuenta de la mala intención suya durante más de veinte años.

Pero, ¡qué lástima! Transcurrió el tiempo. La prsente Mauren ya no era aquella mentecata Mauren.

Mauren le tomó el tazón y lo olió.

-¡Qué olor tan agradable!- lo comió la mitad a una vez.

Eso le satisfació mucho a Bita.

De vedad, todavía era la anterior mentecata, y Bita antes dudaba que Mauren fuera más inteligente.

En realidad, ella estaba demasiado susceptible.

-Mauren, se dice que no quieres casarte con Senda, ¿de veras?

Anoche, el hecho de que Mauren regresó conduciendo el coche de Senda, el razón de estar mojado Senda por abandonarle la chica en la playa.

Bita no sabía lo que pensaba Mauren, pero tal vez fuera una oportunidad.

-Sí, Senda tiene el genio bastante mal, ahora no me gusta contraer esponsales con él.

Mauren le dijo guiñándole los ojos, -Hermana, propón a papá que me reemplace como la prometida del señor Senda.

¡Qué alegría tenía Bita! ¿Acaso era su auténtico propósito?

-Pero Mauren, tienes que contarle a pápa tú misma, incluso dice a Senda que no quieres casarte con él.

-¿Sí?- Mauren dejó el tazón, y parecía estar pensando.

Un rato después, marcó la línea interior, -Invita al señor Jeno , tengo que contarle algo del Señor Senda .

Le contestó la sirvienta por otro lado, -Sí, Señora Mauren. Voy a informarle de inmediato.

Bita se sintió un poco rara y le dijo, -Mauren, yo me voy si quieres hablar con papá.

Qué pensaría el padre si ella se quedaba aquí.

-No, ¿cómo puedes ausentarte si quiero recomendarte?- Mauren no le dejó sosteniendo su brazo.

-Mauren, escúchame, no es conveniente que esté aquí, déjame.

¡Qué mala su hermana menor! Si el padre la vio en este lugar, era inevitable pensar que la proposición proviniera de ella.

Pero Mauren no le soltó hasta que vino Jeno.

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