EL CEO Y LA HUÉRFANA romance Capítulo 15

Al salir de la cafetería ya como una mujer desempleada, camine nuevamente por las calles sin rumbo fijo, creo esa era mi mejor terapia cuando me sentía mal  me ayudaba a meditar las cosas. 

Mi jefe no me dio una carta de recomendación, no tenía estudios y de ninguna manera trabajaría como mi hermana un bar con tantos borrachos yo no podría soportarlo.

 ¿Cómo mi vida cambio tan drásticamente? por una estúpida noche en la que no recuerdo que fue lo que paso, estaba tan sumergida en mis pensamientos, no note los semáforos cuando cruce la calle, hasta que alguien me tomo del brazo y me devolvió al mundo real.

-mujercita, ¿que no te puedes fijar?¿ acaso quieres morir?- comento un joven con el ceño fruncido. – estas en el centro de la ciudad no te puedes distraer así-

 Yo no comprendía de que me estaba hablando ese joven, hasta que un hombre en un automóvil me grito –ve a otro lado si quieres morir solo no me involucres- ahí fue donde entendí lo que el joven trataba de decirme y volví a la realidad.

-si disculpe- le indique al joven que estaba a mi lado, ya que el señor del automóvil se había retirado.

- te puedo ayudar en algo- fue lo último que escuche, hasta que desperté en brazos del joven me encontraba sentada en un parque.-¿Qué paso?- pronuncie a la vez que me reincorporada un poco asustada.

-te desmayaste- dijo con un suspiro de alivio- la verdad no sabía cómo actuar me espantaste, por un instante pensé en dejarte en el parque no quería involucrarme pero no tuve el corazón- dijo con una sonrisa en el rostro

-¿hee?- no sabía que pensar –te agradezco pero ¿dónde estamos?- tenía la mente en blanco.

-calma solo estoy bromeando ya que te salve la vida no podía dejarte a tu suerte ¿no te parece?- soltó- calma solo te traje al parque que está a la esquina de donde casi te suicidas- dijo en un tono más serio.

-¿Cómo?- la verdad no entendía nada de lo ocurrido.

-mi nombre es Joaquín, solo quería ayudarte mi idea era traerte aquí, esperando que reaccionaras pronto, y estaba a punto de llamar a emergencias para que vinieran a buscarte pero no podía permanecer en medio de la calle ¿no te parece?- dijo tratando de explicarse ya que se percató de mi reacción extrañada.

-muchas gracias Joaquín, mi nombre es Luisa, de verdad te agradezco- fue ahí donde entendí lo que había ocurrido.

-Luisa  no soy un hombre que le gusta meterse en lo que no le importa pero te veo mal, si te puedo ayudar en algo solo dilo y disculpa por lo que te voy a comentar pero tu cara se me hace conocida -  dijo entrecerrando los ojos – Luisa, Luisa, ¿Luisa Luca?- pregunto después de meditarlo un poco, al no tener repuesta de mi parte prosiguió. - soy Joaquín Olmos, del orfanato recuerdas tú y Marisol se escaparon ¿Cómo esta Marisol? - pregunto ya con mucha seguridad.

-Mi novio – dije y solté una carcajada.

-veo que me recuerdas -dijo y soltó una carcajada –un novio votado a los dos días por una novia fugitiva- dijo muy serio – ahora menos puedo déjate sola, ¿estas enferma?, vamos a un médico para que te revisen- dijo y tomo mi mano. Cuando estábamos en el orfanato, yo tenía 13 años él tenía 14 años,  dos días antes escaparme con Marisol empecé una relación de novios de manita sudada, cosa de adolescentes.

-no estoy bien, solo es que no lo estoy pasando muy bien en este momento, pero ya pasara como todo- dije resignada.

-bueno si te sirve acabo de salir de trabajar y tengo la tarde libre para ponernos al día y escucharte como sabes en ocasiones es la mejor medicina.

De hecho tenía razón, después de contarle que acabada de romper con mi novio,(no sin antes jugarme la broma que eso me pasaba por haberlo dejado) y quedarme sin trabajo omitiendo lo de la noche borrada de mi memoría me sentí un poco mejor, platicamos de todo, le resumí nuestra vida en la calle como sobrevivimos, el hambre y el frío que en ocasiones pasamos, como en la basura puedes encontrar ropa, zapatos, accesorios y hasta comida,  que trabajamos  principalmente de  meseras pero por nuestra edad éramos explotadas por  prácticamente comida, nos bañávamos en los baños de los centros comerciales, vivíamos en un pequeño cuarto que encontramos abandonado hasta que lo demolieron, el me comento que al salir del orfanato, también vivió un tiempo en la calle, mientras conseguían trabajo, el y Alonso otro chico del orfanato, solo que este se dedicó a vender droga y se alejó de él, vivía con una pareja de novios también del orfanato esos chicos que se dedicaban a robar, ellos no se metían con él, ni el con ellos por eso su convivencia era tranquila, en fin nos pusimos al día de nuestras vidas, después me llevo a casa,  Marisol ya no se encontraba en casa pero le contaría lo ocurrido.

Al siguiente día le comente todo a Marisol, se emocionó un poco en volver a ver a Joaquín, cuando este toco la puerta, la reunión fue muy agradable el me comento que había encontrado un buen lugar de trabajo para mí, que me presentara al siguiente día para un entrevista, Marisol me comento que sería bueno cambiar de aires para empezar una nueva vida.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: EL CEO Y LA HUÉRFANA