EL CEO Y LA HUÉRFANA romance Capítulo 13

Mientras tanto en un restaurant no muy alejado de ahí se encontraban conversando Esteban con un nuevo socio, platicaban de los por menores de dicha negociación. Al ponerse de acuerdo el nuevo socio se excusó y salió del lugar

Al salir del lugar Esteban choco con una chica, como siempre era un caballero se disculpó con la joven y después del encuentro junto con su habitual coqueteo, la invito a salir este comportamiento de él era tan habitual que para nadie era extraño eso no se le escapaba a ninguna persona, todos sabían lo mujeriego que era. Lo que el no noto fueron unos ojos que los observaban no muy lejos de ahí.

Esa misma noche la invito a salir –bueno Miranda ahora que ya no somos unos extraños me permitiría invitarla a salir- exclamo Esteban con su sonrisa traviesa.

-Esteban eres tan amable que me encantaría salir contigo- contesto la joven llamada Miranda.

Se despidieron no antes  de intercambiar números telefónicos  quedaron de verse en un antro muy de moda llamado la “La Rata”, esa misma noche. Al salir del lugar los dos salieron cada quien por su lado.

Miranda se dirigió hacia su casa donde la esperaba un hombre de mediana edad.

-Papá  este hombre es un perfecto casanova, no creo ser capaz de hacer lo que me propones, lo intentare pero no puedo prometerte nada a corto plazo. Expreso Miranda cuando entro a su casa y encontró a su Papá en ella.

-mi hija preciosa sabes que no todo debe de hacerse con rapidez, no importa cuánto tiempo te tardes en hacerlo lo que importa es el resultado.-dijo acercándose hacia su hija

-Padre porque debo de hacerlo, digo ya lo sé ¿pero esto es realmente necesario?, eres una persona muy inteligente pero realmente todavía no comprendo tus métodos.

-querida mía, eres todavía muy joven espero que poco a poco aprendas ya que tú tienes que sacar la casta, ya no soy un hombre joven pero si necesitamos vivir bien como hasta ahora, tenemos que hacer esto y el mundo estará en nuestras manos.

-bien padre como siempre seguiré tus órdenes. –exclamo resignada.

-muy bien mi niña adorada como sabes enviare a tu hermano Lorenzo a cuidarte como siempre, no deberían tener ningún problema no se presentara contigo no hagas contacto con él y  recuerda no le permitas tocarte todavía.- dijo esto y salió de la casa.

Miranda se quedó sumida en sus pensamientos era tan difícil tratar con su padre,  ella  tenía un hermano gemelo Lorenzo y  otro menor Nick, su madre murió cuando ellos eran muy pequeños y su padre era un perfecto manipulador, crecieron bajo su influencia.

Los gemelos tenían 23 años y el pequeño 22, los mayores seguían el mismo camino de su padre igual de manipuladores el pequeño era un hombre rebelde no seguía órdenes y no simpatizaba con ellos.

 Nick era un espíritu libre igual que su madre estaba muy apegada a ella desde su muerte se volvió rebelde por más que su padre lo castigaba el no daba su brazo a torcer, a él le dolió la separación de su madre.

  Su padre nunca vivió con ellos pero si los visitaba a menudo, quien los crio fue una señora de edad avanzada a la que ellos cariñosamente llamaban nana, había fallecido un año atrás, desde entonces ellos vivían solos.

Por la noche después de enviarle su ubicación a esteban pasa por ella a su casa.

-buenas noches Miranda- le indica Esteban que llega vestido con un traje negro, camisa blanca. Sin corbata

-Buenas noches Esteban- contesta Miranda vestida con vestido rojo que le llega a la mitad del muslo y con un profundo escote en la espalda.

-nos vamos- pregunta, esteban como todo un casanova sostiene su mano y la conduce al automóvil abre la puerta y la ayuda a ingresar.

El camino hacia el bar transcurre sin contratiempos, dentro el ambiente esta excelente la música no esta alta así que pueden conversar sin necesitar de elevar tanto la  voz charlan de cosas triviales escuchan música, el intenta dos o tres movidas que las tiene más que ensayadas para terminar la noche  en un hotel, pero ese para nada es el propósito de Miranda quien su padre ya la adiestrado tan bien para poder enloquecer a los hombres, sin necesitad de acostarse con ellos.

El regreso para llevar a Miranda a casa fue incómodo para Esteban, en sus años de casanova nunca ninguna chica lo había rechazado tan sutilmente como lo había hecho Miranda, eso lo dejo bastante intrigado.

Al entrar en la casa nuevamente fue recibida por su padre que se encontraba a lado de Lorenzo donde este le había informado que todo había salido a pedir de boca.

Así que con la sonrisa en la boca exclamo hacia su hija –Excelente trabajo mi chiquita hermosa, como te dije, si le haces caso a papa todo saldrá bien nos vemos mañana- Dijo esto y salió de la casa.

Miranda y Lorenzo, obedecían al pie de la letra a su padre ninguno de ellos se atrevía a cuestionarlo, a cambio ellos gozaban de una vida lleno de lujos. Los tenía perfectamente dominados, bueno eso pensaba él.

Lorenzo era aún más astuto que su padre, si bien el obedecía y no cuestionaba nada, siempre analizaba todo antes de actuar y trataba de sacar el mayor provecho para sí mismo, el solo actuaba bajo la sobras a espaldas de su padre.

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