Aventura Amorosa romance Capítulo 9

Por la noche, la habitación privada del hotel estaba muy animada. Todas bebían alegremente para celebrar la llegada de Fionna.

Fionna estaba muy contenta, pero no bebió mucho vino, después de todo, estaba sola para cuidar a su hija, así que no le convenía beber demasiado.

—Quiero brindar con la directora, espero que podamos tener una buena cooperación.

El director Adrián ya estaba un poco borracho, y no sabía cuántas veces había hecho ese brindis ya.

—Tranquilo, director Adrián, seguro que no habrá ningún problema con la cooperación.

Fionna dijo con una sonrisa, y tampoco supo cuántas veces había respondido así ya.

—Fionna, también quiero hacer un brindis contigo. Definitivamente aprenderé de ti, pero tú también me tienes que ayudar más porque quiero ser una excelente ingeniera como tú.

La que decía esas palabras contentamente era Candela Ortiz, la asistenta arreglada por el Grupo Serrano para Fionna. Solo era una joven recién graduada de la universidad, pero seguía siendo emprendedora.

—No hay problema, mientras trabajes duro, seguro que puedes superarme.

Para Fionna, esa pequeña asistenta era más como una hermanita. Tan pronto pronunció eso, alguien dijo.

—¡Es el presidente Eric, el presidente Eric está aquí!

Todos miraron hacia la puerta uno tras otro, mostrando una mirada de sorpresa.

Fionna también se dio la vuelta. No esperaba que Eric apareciera de verdad, eso la desanimaba un poco.

—Presidente Eric.

El último en reaccionar fue el director Adrián, que se levantó apresuradamente para ofrecerle su asiento.

Aunque Eric no tenía enojo en su rostro, tenía un rostro serio, lo que obligó a que las emociones de todos disminuyeran.

Eric se sentó con naturalidad al lado de Fionna.

Mirando de reojo a Fionna con un rostro sonrojado, Eric habló con calma.

—Sentaros todos. Solo estoy aquí para dar la bienvenida a la directora Fionna en nombre del Grupo Serrano.

—Presidente Eric, déjeme interrumpir. La directora acaba de decir que cuando no estamos en la empresa, todos podemos llamarla Fionna. Usted también puede llamarla Fionna.

Fue el director Adrián quien interrumpió. Seguramente estaba muy borracho, porque si estuviera sobrio no se atrevería a interrumpir a Eric, aunque se armara de valor.

Sin embargo, Eric no estaba enojado, solo susurró sin calidez.

—Fionna.

—Presidente Eric, gracias por venir. No esperaba que un pequeño miembro del personal pudiera alarmar al presidente Eric. Es un honor para mí.

Fionna dijo con indiferencia, después de haber aprendido la lección la última vez, prestó especial atención por temor a ser malentendida por tramar intenciones ocultas.

—Entonces toma una copa.

Mientras Eric hablaba, el asistente a su lado ya había preparado el vino.

—Yo, presidente Eric...

Justo cuando Fionna quiso negarse, el director Adrián volvió a interrumpir.

—Fionna, puedes rechazar nuestro brindis, pero tienes que beber el del presidente Eric. Él nunca ha hecho un brindis a nadie.

Fionna no pudo negarse por lo que dijo el director Adrián.

—En ese caso, tomaré una copa.

Sin embargo, después de tomar esa copa, ya todo se le fue de las manos, porque una copa tras otra, la cara de Fionna estaba sonrojada y no paraba de sonreír con sus hoyuelos.

Al mirar el lado encantador de Fionna, Eric se quedó embobado por un momento.

Fionna finalmente se emborrachó y le llevaron a casa.

Eric estaba sosteniendo a Fionna, buscando en su bolso durante un buen rato antes de encontrar la llave de su casa y abrir la puerta para entrar.

—Mamá.

—Fionna, has vuelto...

Al escuchar la puerta abrirse, Alda y Yunuen se acercaron juntas, solo para descubrir que Fionna estaba acurrucada en los brazos de un hombre alto y guapo.

—¿Qué ha pasado? ¿Ha bebido demasiado?

Alda ignoró al hombre y se apresuró a ayudar a Fionna.

Eric no respondió y ayudó directamente a Fionna a sentarse en el sofá. En ese momento sonó el móvil de Alda.

—Mamá…

—Vale, no te preocupes, volveré enseguida.

Alda colgó el teléfono, luciendo nerviosa y ansiosa.

—Señor, me ha surgido un improvisto y tengo que irme. Te dejo al cargo cuidar de Yunuen y Fionna, muchas gracias.

A Alda no le dio tiempo de preguntar quién era ese hombre y desapareció sin dejar rastro después de soltar esa frase.

—Señor, ¿mamá bebió mucho alcohol?

Yunuen fue hasta de Eric y preguntó tentativamente.

—Esto... no bebió mucho, se pondrá bien cuando se despierte.

Eric no sabía cómo responder a la niña, por eso parecía un poco distanciado.

—Señor, ayuda a mamá a ir la cama, se sentirá incómoda aquí.

Yunuen lo intentó, pero estaba demasiado débil para cargar a su mamá, por lo que solo pudo pedirle ayuda a Eric.

Él no sabía qué decir.

Eric tenía la cara fría y tuvo que levantar a Fionna, pero como Fionna no colaboraba por su parte, Eric solo pudo tomarla en sus brazos para llevarla a la cama del dormitorio.

—Se hace tarde, vete a la cama con tu mamá. Yo me voy.

Eric le puso la colcha a Fionna y se preparó para irse.

—Señor.

La tierna voz de Yunuen volvió a llamar a Eric.

—Señor, no me atrevo a dormir. ¿Puedes esperar a que me quede dormida para irte?

Yunuen suplicó, y Eric le dio pena marcharse viendo esos lastimosos ojitos.

—Vete a la cama y yo me iré cuando te duermas.

—Gracias, señor.

Yunuen estaba tan emocionada que, en lugar de regresar a la cama, tomó la mano de Eric y lo llevó hacia un lado de la cama.

—Siéntate aquí, te puedes ir cuando ya me quede dormida.

Yunuen se fue a la cama, se metió debajo de la colcha de su mamá y luego se acostó frente a Eric. No soltó la mano de Eric en todo el tiempo.

—Cierra los ojos para dormir.

Eric le aconsejó, no entendía por qué Yunuen seguía mirándolo con una sonrisa y no dormía.

—Me das la sensación de papá.

La repentina frase de Yunuen hizo que Eric recordara que solo eran ella y su madre en la familia de Fionna, y de pronto sintió una conmoción en su interior.

—Venga duerme.

Obviamente suavizó su voz. Aunque naciera frío y distante, no podía rechazar a una niña que le miraba con los ojos ilusionados.

Por la mañana, Fionna se despertó aturdida y mareada, sabía que todo era causado por el alcohol.

Cuando se dio la vuelta y vio que su princesita aún dormía, sonrió reconfortante.

Sin embargo, al momento siguiente se quedó atónita y su sonrisa se detuvo abruptamente.

—¿Por qué estás aquí?

Preguntó Fionna en voz baja, por miedo a despertar a Yunuen.

—Por nada.

En cuanto a por qué estaba allí, Eric tampoco lo sabía, y mucho menos sabía por qué se quedó dormido. ¿No le resultaba difícil quedarse dormido en un lugar desconocido?

—Estás...

Fionna se esforzó por hacer memoria de lo que sucedió anoche, y finalmente se rindió porque descubrió que no se acordaba de nada.

Fionna se levantó de la cama cautelosamente para no hacer ruidos y se encontró que todavía llevaba la ropa del día anterior, luego exhaló un suspiro de alivio.

Caminó hacia Eric para sacarlo directamente del dormitorio.

—Presidente Eric, no recuerdo lo que pasó anoche, pero me parece inapropiado que te quedes a pasar la noche aquí. En cualquier de los casos, debías haberte ido.

Era evidente que Fionna le estaba regañando.

Durante todos esos años, se había mantenido a distancia de cualquier hombre por temor a causar problemas innecesarios. Sin embargo, su descuido por un momento hizo que Eric se quedara durmiendo en su cama. Si la gente se enterara de eso, ¿no se habría convertido en la amante que intentaba seducir al presidente?

—Quería irme, porque no quiero involucrarme en problemas innecesarios, especialmente con una mujer soltera que toma iniciativas como tú. Pero a tu amiga le surgió un improviso y me pidió que cuidara de ti y tu hija.

Eric frunció el ceño y miró profundamente el rostro un poco desaliñado de Fionna.

—Presidente Eric, por favor habla con cuidado. Es verdad que soy una mujer soltera. Pero por favor, no uses la palabra “involucrar” para referirte a mí. No soy tan indecente, y tampoco siento nada por ti.

Fionna reconocía que Eric era un hombre excelente, pero ya se había quedado demasiado decepcionada con los hombres hacía mucho tiempo, y mucho menos iba a seducir a un hombre casado. Por eso la enfureció mucho que Eric la calumniara de esa forma.

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