Pero… ¿¡Eres un Millonario!? romance Capítulo 12

"Sí."

Luis, un mayordomo que llevaba años sirviéndole a la familia, dijo en tono suave: "Esta es la señorita Torres. Vive con el señor Roldán."

Graciela estaba muy contenta y dijo: "Qué bien."

Su nieto finalmente se había casado, por supuesto que estaba feliz.

"Señora, la señorita Elisa también la contactó esta mañana, dice que quiere verla."

¿Elisa?

La señora tenía una buena impresión de ella, después de todo, eran una familia, luego dijo: "Programa una cita."

"Sí."

Cuando Natalia llegó a Brillante Joyería, el subdirector la detuvo diciendo: "Natalia, ven aquí."

Entrando en la oficina, el subdirector le sirvió personalmente un vaso con agua: "Siéntate."

Natalia estaba muy sorprendida, porque desde que se unió a la empresa, todo el departamento la ignoraba, y el subdirector la marginaba tanto públicamente como en privado, pero ahora le mostró una actitud bastante cortés… esto podría ser una trampa.

"Iván, ¿necesitas algo?"

Natalia no tocó el vaso.

"El señor Zamora ya firmó." Dijo Iván con una sonrisa: "Hiciste un gran trabajo. La comisión del proyecto se añadirá a tu salario, pero..."

Natalia pensó que en el próximo segundo el subdirector iba a decir algo desagradable.

Como era de esperar, Iván dijo descaradamente: "Elisa era la encargada de este proyecto, así que creo que este proyecto debería llevar su nombre."

"Iván, todo el departamento ha trabajado en este proyecto, ¿por qué no lo firmamos como el equipo de diseño de Brillante Joyería?"

¿Cómo podría Natalia darle el crédito a Elisa?

Iván golpeó la mesa con fuerza: "Natalia, aquí eres una nueva. ¡no me presiones! Tienes un pasado problemático. ¿Cómo podrías haber entrado a Brillante Joyería si no fuera por la insistencia del director?"

El pasado de Natalia había sido mencionado, y un atisbo de ira cruzó su rostro.

Iván suavizó su voz y dijo: "Elisa es pariente de la familia Roldán, y toda la empresa pertenece a dicha familia. ¿Por qué te enfrentas a ella?"

"Tu comisión no se verá reducida. Pero si la ofendes ahora, no te vendrá bien."

Natalia sabía que no podía enfadar a Elisa, al menos en ese momento no podía permitírselo. Apretó los dientes y se quedó en silencio durante un rato: "Déjame pensarlo."

Todo el departamento de diseño sabía que Natalia había logrado convencer a Uriel, por lo que el lugar estaba lleno de murmullos.

"No lo puedo creer, Natalia es increíble, realmente logró convencer al señor Zamora."

Alguien rio: "¿Qué más podría haber hecho? ¡Solo se apoyó en un hombre para ascender!"

"Si Natalia no fuera guapa, ¿cómo podría haber entrado a Brillante Joyería?"

Elisa siempre había pensado que Natalia había sido contratada por seducir a Gerardo, y en ese momento la detestaba aún más.

Todo el personal de la oficina estaba del lado de Elisa, por lo que no se guardaron nada al decir cosas desagradables.

Natalia salió de la oficina, luciendo una apariencia terrible.

Elisa se acercó diciendo: "Natalia, felicidades por conseguir el proyecto del señor Zamora."

Natalia miró fríamente a Elisa y dijo con indiferencia: "¡Vete!"

No creía que Elisa no supiera lo que Iván le había dicho.

"¿Sabes qué?" Dijo Elisa, con un tono serio y triunfante: "La contratación de Gerardo ya ha causado mucha insatisfacción en el consorcio. Si le causas más problemas ahora, podrías arruinarlo."

Gerardo, en la mañana había sido llevado por la gente de Acumen Capital, y toda la oficina estaba llena de rumores. Suponían que era porque Natalia había causado descontento en la alta dirección, por lo que decidieron llevárselo para interrogarlo.

Al escuchar eso, Natalia de repente sintió un gran peso en su corazón.

El motivo por el cual no había visto a Gerardo en la mañana era porque había sido llevado por la gente del consorcio.

Ella se apretaba las manos, las cuales tenía entrelazadas, si por su culpa el futuro de Gerardo se veía afectado, no lo podría aceptar.

Elisa la vio dudar y rio suavemente: "El Sr. Roldán es mi primo. Si te portas bien y aceptas mis condiciones, Gerardo no tendrá problemas."

En realidad, Elisa estaba engañando a Natalia. Gerardo se había ido, pero ella no sabía por qué.

Pero había acordado con Iván que: ¡debían conseguir la autoría de cualquier manera!

Sin embargo, Natalia se mantuvo firme: "Elisa, no puedo aceptar darte la autoría, tengo que ir a trabajar."

Elisa rio suavemente diciendo: "Está bien."

Si no aceptaba su buena intención, ¡tendría que aceptar su castigo!

Después de que Elisa se fuera, Natalia le envió un mensaje a Gerardo que decía: "Sr. Pacheco, ¿está bien?"

Acumen Capital.

Gerardo reportaba todos los asuntos internos de Brillante Joyería. El hombre en el asiento principal, que llevaba un par de lentes de montura dorada se veía un poco cansado, luego empujó sus gafas con una de sus manos la cual tenía nudillos bien definidos,.

"Según la situación actual, ¿Brillante Joyería está en deuda?"

"Sí."

Ricardo se quitó las gafas: "En un año, si Brillante Joyería no puede generar ingresos, tendrás que reflexionar seriamente respecto a ello."

Gerardo había sido reclutado por un grupo con mucho dinero, y también había sido favorecido por Ricardo.

"Sr. Roldán, haré lo mejor que pueda."

Ricardo y Gerardo eran viejos amigos, después de hablar de trabajo, bajaron la guardia.

"¿Cómo has estado durante todos estos años?"

"Todo bien."

De repente, el teléfono móvil de Gerardo sonó.

Se disculpó y sacó su teléfono, era un mensaje de Natalia.

"Sr. Pacheco, ¿está bien?"

La expresión en su rostro se suavizó instantáneamente, tenía un toque de alegría en sus ojos.

Ricardo, que era buen observador, por lo que preguntó: "¿Es tu novia?"

Gerardo sonrió y negó con la cabeza: "No. Es una compañera de la misma escuela, solo somos amigos por ahora."

Solo amigos por ahora, significaba que había otros sentimientos entre ellos.

Ricardo estaba muy curioso por lo que dijo: "Parece que te gusta. ¿Qué tal si nos juntamos para cenar en algún momento?"

Eran compañeros de habitación en la universidad y muy buenos amigos.

Si tenía a alguien que le gustaba, era normal salir a cenar.

Gerardo no prometió nada de inmediato, dudó por un momento y luego dijo: "Ella aún no sabe que me gusta, esperaremos un poco más."

Ricardo habló de trabajo con él un rato más, luego Gerardo se despidió. Ricardo incluso lo acompañó hasta la puerta.

Beatriz, con el contrato en la mano, entró al edificio y vio a Ricardo de inmediato.

Él era alto y apuesto, llevaba lentes de montura dorada en el puente de la nariz que le añadían un aire de sofisticación.

Una camisa gris acentuaba su perfecta figura, claramente tenía un aire de alto nivel.

"Ese es el Sr. Roldán."

Un compañero de trabajo le recordó cautelosamente: "Aunque es guapo, es muy astuto y decisivo, no podemos ofenderlo."

¿Ese era el jefe?

¡Esa cara, incluso en el mundo del entretenimiento, sería lo mejor de lo mejor!

Beatriz tragó saliva por la falta de compostura. Después de entrar al ascensor, no pudo dejar de mirarlo.

Sacó su teléfono y lo compartió con Natalia: "Naty, vi a nuestro jefe, ¡es muy guapo!"

Si no hubiera sido por el deseo de mantener su trabajo, incluso le habría tomado una foto y se la habría enviado a Natalia.

Natalia no estaba en el estado de ánimo correcto para responderle, simplemente le dijo: "Oh."

Beatriz seguía disfrutando del placer de ver a un hombre tan guapo y comenzó a chatear con sus compañeros de trabajo sobre los detalles de Ricardo.

Gerardo no volvió a Brillante Joyería hasta muy tarde, lucía bastante mal.

Necesitaba convertir las pérdidas en ganancias en un año, eso no era una tarea fácil.

Elisa le advirtió a Natalia enseguida: "Mira lo que has hecho. Por tu culpa, el señor Pacheco recibió un regaño. ¡Si fuera tú, me largaría de Brillante Joyería de inmediato!"

Natalia mordió su labio, pensando en hablar con Gerardo.

Pero Gerardo estaba tan ocupado que no tenía tiempo, y ella no pudo decir lo que quería.

Después del trabajo, Natalia regresó a su apartamento.

Recordó que Ricardo iba a traer a su abuela, así que fue al supermercado y compró muchos ingredientes.

De regreso al apartamento, Ricardo aún no había llegado.

Ella pensó un momento y lo llamó: "Ric, ¿ya llegó tu abuela?"

Ricardo miró a Graciela la cual estaba sentada en su oficina y respondió en voz baja: "Sí, ya está aquí."

"Entonces voy a empezar a preparar la cena, vuelve pronto."

Deberían haber salido a cenar para celebrar la llegada de la abuela, pero ella aún no había recibido su sueldo y Ricardo acababa de conseguir un trabajo por lo que no tenía mucho dinero, así que decidieron cocinar en casa para recibir bien a la abuela.

"Está bien."

Ricardo colgó el teléfono y le dijo a su abuela: "Abuela, vámonos."

Cuando Ricardo estaba ayudando a su abuela a salir del edificio y a subirse al auto, escucharon una voz de mujer.

"Graciela."

Elisa había estado esperando durante mucho tiempo, y finalmente había llegado su momento. Luego se apresuró a saludar.

La anciana reconoció a Elisa y sonrió: "Elisa, ¿cómo es que estás aquí?"

"Escuché a mi tía decir que venías a ver a Ricky, así que pensé en venir a saludarte", dijo Elisa.

Graciela no se molestó por su llegada sin invitación, porque Elisa siempre había sido una niña obediente, al menos delante de ella.

"¿Adónde van tú y Ricky?"

"Ricky ya se casó, me lleva a conocer a su esposa." La anciana no sabía nada sobre el falso matrimonio, pensaba que era real y por eso estaba llena de alegría.

Elisa se quedó atónita: "¿Casado?"

¿Ricardo se casó? ¿Cómo es que no sabía nada de algo tan grande?

"Ricky, ¿por qué no nos dijiste que te habías casado? ¿Quién es la señorita rica con la que te casaste?"

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