Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 779

Claudia la miró sin expresión, —Se nota que estás enferma. Deberías ir a un hospital psiquiátrico. Deja de crear problemas de la nada.

La mujer tiró el collar al suelo despreocupadamente. —Su tienda está abierta a los clientes. Los clientes tienen derecho a ser exigentes. ¿Qué, tienes miedo? Si no soportas mis comentarios, será mejor que te vayas a casa. No hagas el ridículo.

Antes de que Claudia replicara, Doria se dirigió a ella. Le dijo fríamente:

—Recógelo.

Mirándola a los ojos, la mujer se cruzó de brazos y dijo con desprecio:

—¿Quién eres? ¿Quién te crees que eres?

Doria cogió el café que tenía al lado y lo salpicó en la cara de la mujer.

—¡Ah!—, exclamó.

El café goteó de su pelo. Al instante, toda la atención de los clientes fue atraída. La mujer tembló de rabia. —Maldita sea... ¡Joder!

Doria dijo con calma:

—Repito. Recógelo.

La mujer levantó la vista, sólo para descubrir que mucha gente la estaba mirando. Se sintió muy avergonzada.

Agarrando su bolso, quiso marcharse. Sin embargo, cuando la mujer acababa de dar un paso, Claudia le cerró el paso.

—¿No estabas tan hinchada hace un momento? ¿Estás sorda?

—No eres más que una tienda ilegal. Te voy a denunciar.

—Está bien. Esperaré.

La mujer tenía el camino bloqueado y no podía salir. Apretando los dientes, se puso en cuclillas rápidamente y recogió el collar. Luego lo estrelló contra el mostrador con un fuerte golpe y se alejó con el bolso en las manos.

Doria se dio la vuelta y dijo a sus empleados:

—Por favor, limpien esto.

Los empleados respondieron. Algunos cogieron una fregona y otros despidieron a los curiosos.

Doria atrajo a Claudia a su despacho y le preguntó:

—¿Es la ex novia de Miguel?

Claudia asintió ligeramente, —Sí. No esperaba que viniera aquí. Lo siento, Doria...

Doria dijo con tono de enfado, —¿Por qué te disculpas conmigo? Mejor habla con Miguel.

Al oírla, Claudia apretó los labios con fuerza, —Le llamaré ahora mismo.

—¿Has pensado en cómo decírselo?

—Yo...

—Las chicas han grabado la escena. Será mejor que envíes los vídeos directamente a Miguel. No hay que perder tiempo en decir otras cosas.

Claudia tampoco quería perder el tiempo. No era necesario discutir con él.

Volvió a la oficina y reenvió directamente los videoclips a Miguel sin textos. Luego guardó su teléfono y se puso a trabajar.

Una hora más tarde, Claudia estaba a punto de salir del estudio con las cámaras y el resto del equipo de rodaje. Miguel llegó a toda prisa. Evidentemente, se acercó corriendo. Con cara de ansiedad y pánico, dijo:

—Claudia, ¿puedo hablar contigo en privado, por favor?

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi pretendiente es mi EX-MARIDO