La Dama de los Sueños Dorados romance Capítulo 14

De repente Ariana perdió el apetito, no tuvo ganas de seguir escuchando las palabras de basura del hombre delante de ella y fue directo a su habitación a cambiarse de ropa.

Mientras tanto, Bruno seguía furioso y al mismo tiempo continuaba hablando por teléfono con Verónica.

Al darse cuenta de que Ariana ya había salido, no pudo evitar fruncir el ceño y preguntarle: "¿A dónde vas tan tarde? ¿No tienes algo de vergüenza? ¿Tan salida estás con los hombres?"

Ariana ya estaba molesta por todas las acciones de él y por eso cuestionó: "¿Si me faltan hombres o no, tú qué sabes? ¿Ah sí? ¿Solo tú puedes ir con prostitutas y yo no puedo buscar un par de gigolós?"

Bruno sintió un escalofrío en sus pupilas y lanzó su celular hacia ella.

"¡Repítelo si te atreves! ¿A quién llamas prostituta?"

Hasta en esos momentos, no olvidaba defender a Verónica.

La puerta del ascensor ya se había cerrado y el teléfono se estrelló contra la pared, quedando hecho añicos como una tela de araña.

Ariana contenía su frustración y a través del cristal del ascensor, se fijó en las marcas dispersas en su cuello.

Estaba tan enojada con Bruno que salió de casa llevando un atuendo con escote sin pensarlo bien, pero al recordar que esas marcas las había hecho Oliver, la sensación de venganza era aún más placentera.

Todos la trataban como una fruta madura y fácil de aplastar, pero nadie sospechaba que esa fruta algún día desarrollaría dientes afilados.

Con el corazón un poco aliviado, subió a su auto y justo en ese momento, Inés Torres la llamó.

"Ariana, ¿ya te dormiste? ¿Salimos a tomar algo?"

Inés acababa de regresar a Los Ángeles esa noche y era la única amiga de Ariana, con una vida nocturna siempre activa.

"¿Ya regresaste?"

Ariana arrancó el auto, pensando que ir a tomar algo sería bueno para celebrar la promoción que había sido interrumpida, por lo que decidió cambiar de escenario.

"Acabo de bajar del avión. ¿Y la zorra esa? ¿Cómo se atreve a andar con Bruno a tus espaldas, si parece que se olvidó de que los Moore financiaron su educación? Si me la encuentro esta noche, ¡le voy a arrancar la cara!" Inés era de carácter fuerte y siempre decía lo que pensaba.

Cuando Ariana descubrió la infidelidad de Bruno hacía medio mes, le contó a Inés enseguida.

En ese momento, Inés estaba en Berlín y no podía regresar, por lo que se desahogó con insultos por teléfono.

Conociéndola, debería haber expuesto a esa pareja en redes sociales, pero Ariana la convenció de no hacerlo.

Inés tenía muchos contactos y siendo la señorita Torres, si publicaba algo en sus redes, toda la alta sociedad lo sabría.

Aún no era momento de romper con los Borges.

Además, en ese momento que estaba con Oliver, también se consideraba una forma de venganza y aquel golpe de mano secreto era mucho más efectivo que insultos públicos, ¡era un puñal directo al orgullo de los Borges!

"¿Qué más puedo hacer? Bruno la adora como si fuera la niña de sus ojos."

"Demonios, Bruno debe estar ciego, ¿qué le ve a esa zorra?"

Ariana llegó al Bar Sol y Mezcal y de inmediato vio a Inés en la entrada, la cual estaba vestida muy sexy, a diferencia de la elegancia discreta de Ariana, ella resplandecía como una exuberante flor.

Con vista aguda, Inés notó las marcas en el cuello de Ariana y arqueó una ceja mientras hablaba: "No me digas, después de que Bruno se ha revolcado con Verónica tantas veces, ¿aún le has dejado besarte? ¿No temes que te contagie algo?"

"No fue Bruno."

Los ojos de Inés se abrieron de golpe, pues estaba sorprendida.

Ariana, a pesar de su belleza impactante, siempre había sido muy leal; desde que tenía un compromiso con Bruno, había mantenido una distancia segura con otros hombres.

Incluso había dicho que quería guardar su primera vez para la noche de bodas, pero actualmente, en poco tiempo, estaba entremetiéndose con otro hombre a espaldas de Bruno.

Inés siempre le había dicho que entre hombres y mujeres solo había unas cuantas cosas y que cuando llegara el momento, simplemente se dejara llevar, que viviera en la emoción y no en la relación.

Inés no esperaba que, durante su ausencia, Ariana finalmente hubiera entendido la lección.

"¿Quién es? ¿Qué tal es? Uy, esas marcas ya están desvaneciéndose, eso debió ser intenso, ¿verdad?"

Ariana no podía ser tan abierta como Inés para hablar de esas cosas en público, por lo que la llevó a una mesa en una esquina apartada, pero Inés la agarró de la mano y levantando su barbilla, le dijo: "Mira, ¿quién es esa?"

Ariana siguió la mirada de Inés y vio cómo varios hombres estaban molestando a Verónica, la cual mantenía esa expresión de fragilidad, mordiéndose el labio, como si estuviera a punto de llorar.

Unos hombres borrachos la rodeaban, profiriendo palabras sucias y desagradables.

El Bar Sol y Mezcal era muy famoso en todo Los Ángeles y operaba bajo un sistema de membresía; solo recargando cien mil dólares se podía obtener la tarjeta de socio, por lo tanto la clientela era exclusiva y adinerada.

Verónica tenía su membresía, seguro que era dinero que le había dado Bruno.

Ariana entrecerró los ojos; llevaba tres años en el Grupo de Inversión Borges, generando activos por más de diez millones de dólares para Bruno. Todos esos grandes y pequeños acuerdos de fusión habían sido obra suya y al final, no había sacado ningún provecho, todo había sido para Verónica.

Cuando Verónica levantó la vista y vio a Ariana, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras suplicaba: "Ariana, ayúdame, por favor."

Inés soltó una maldición y fijó su mirada en Verónica cuando dijo: "Zorra, lo hiciste a propósito, ¿verdad?"

Verónica se encogió de miedo y mientras sus labios temblaban, dijo: "No, lo siento, solo pensé que ustedes se veían muy lindas esta noche, son habituales aquí y seguro saben cómo tranquilizarlos." Con esas palabras, les mandó a los hombres dos mensajes: el primero, que Ariana e Inés eran muy atractivas y el segundo, que como conocidas del bar, seguro que eran más abiertas.

"No se metan conmigo y mejor vayan tras ellas."

No solo Inés, hasta Ariana se rio de la situación, pero se preocupó por si Bruno aparecía, ya que antes de salir, él había estado hablando por teléfono con Verónica.

Probablemente era una llamada de auxilio de ella.

En la actualidad, ver a esos dos juntos a Ariana le provocaba náuseas y lo mejor sería mantenerse alejada, pero los hombres que se habían acercado no eran fáciles de disuadir.

"¡Zorra!"

Inés no podía contener su enojo y avanzó para abofetear a Verónica en la cara.

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