Esposa falsa de Simón romance Capítulo 975

En otro lado, Xenia puso a Simón dormir por fin.

Fue muy difícil de imaginar que un hombre como él también necesitó apaciguar con la duermevela algún día.

Estos días Simón no pudo dormir bien todo el tiempo, fue posible que recibiera el golpe y la tortura espiritual, por eso dormir convirtió en difícil, además se despertó desde el sueño por sí mismo después de dormir.

Esa situación realmente fue grave, si sólo duraba unos días, no pasó nada.

Pero si duraba así a lo largo tiempo, su mentalidad pudiera sugerir problema posiblemente.

Xenia realmente estuvo enfadada y enternecida en frente del Simón así.

Se enfadó por lo que hizo él escondiéndose de ella, se enterneció su espíritu convertido en así. Fue obvio que su mentalidad debía ser muy fuerte, pero por fin se convirtió en así. Por eso se vio que había sufrido mucho recientemente.

Por eso Xenia sólo pido apaciguarle, este cabrón Simón a lo mejor estuviera aprovechando de esta oportunidad. Sobó sobre su cintura con la mano de vez en cuando, por fin dijo en voz ronca, -Te echo menos, sólo se puede solucionar por un beso.

Quería mucho darle una palma a su cara y le preguntó cuándo se convirtió en sinvergüenza.

Pero Xenia no pudo cuando vio su cara y los finos labios blancos. Sólo bajó la cabeza a besarle obedientemente.

Al principio Xenia sólo quería besarle levemente apaciguando.

Quién supo que acabó de tocarle con sus labios rojos, Simón invirtió la posición del huésped, apretó su colodrillo con la mano grande directamente, abrió la boca besarla.

-Em.

Xenia miró atónita, no esperó que él fue tan sinvergüenza. Entonces le empujó. Pero Simón gimió, el sonido vino desde los labios y dientes.

-Soy enfermo ahora, ¿ Cómo me puedes empujar?

¿Enfermo? Xenia se rio en la corazón.

¿Cuál enfermo tuvo las fuerzas tan grandes como él? Pero sus labios finos estuvieron un poco fríos y también secos. Además Xenia también le echó menos de él este período, por fin le obedeció con media acepción.

Los dos se enrollaron por un rato, porque había gente fuera, además las fuerzas de Simón no eran iguales a sus deseos, por eso no lo hicieron demasiado.

Pero Xenia todavía fue al baño a arreglar su apariencia antes de salir de la habitación. Oyó el cierre de la puerta de la cocina cuando salió.

-¿Quién ha ido a la cocina?

Ella preguntó y miró a las dos personas en el salón.

Diego y Rafael.

Pues ya estuvo claro quién fue a la cocina.

Xenia recordó que Naomí tuvo la fiebre grave hacia unos días, por eso no la dejó cocinar estos días. No esperaba que ella entró en la cocina hoy otra vez.

Entonces Xenia caminó a paso largo allí directamente y abrió la puerta de la cocina.

-Naomí, sal de allí.

Naomí estuvo bloqueada, -¿Qué pasa?

-Simón ha contratado a una criada, ¿qué quieres hacer allí dentro? ¿quitar el trabajo de ella?

Naomí se quedó callada por largo tiempo y dijo con los ojos débiles, -no me acostumbro a comer la comida hecha por ella, quiero hacer una por mi cuenta.

-Sea como sea, ha pasado muchos días desde que tuve fiebre. Estoy llena de energía, no me siento mal del cuerpo. No me hace recaer por cocinar una vez, ¿por qué te preocupes? -dijo eso, Naomí caminó riéndose, -¿Si está bien Xenia, acaso no quieres comer la comida hecha por mí? Si no la comas ahora, no podrías comerla unos días después cuando vuelva al país.

Xenia recordó esa conversación que tuvo con Simón al lado de la piscina cuando se mencionó la palabra "¿Volver? ".

Él dijo que iba a volver al país con ella.

Al pensar así, Xenia dijo con una sonrisa leve, -¿quién dice que no puedo comerla? no puedo comerla aquí, pero puedo comerla en el país.

-¿Ah? -Naomí tuvo la cara de susto, reaccionó por largo tiempo.

-¿Lo que dices es... tú también volver al país? ¿y qué le pasa a señor Simón? ¿le dejas aquí?

-¡Tanta! Xenia extendió la mano a arquear su frente, -Debería llevarle conmigo si vuelva al país.

-¿... Señor Jorge... estará de acuerdo?

Por su punto de vista, ese Jorge realmente fue difícil de llevarse con él. Una cosa fue no fácil de llevarse, la clave fue que no estuviera satisfecho con Xenia. Si Xenia llevara a Simón vuelto al país, Naomí creía que Jorge no estaría de acuerdo según su carácter, incluso pudiera cerrarles bajo arresto domiciliario.

La cara de Xenia añadió una tristeza cuando se mencionó a Jorge.

Fue cierto, cuando Simón la prometió, Xenia ya pensó en eso. Ella creía que Jorge no iba a estar de acuerdo.

Pero ella tampoco fue una persona que no hizo una cosa por desconsentir otra persona. Sólo recordó que él era el abuelo de Simón, también era su salvador.

Si no fuera él, no existiera Simón esta vez.

¿Por eso... por qué se preocupó? Se preocupó que dejó al mayor hallarse en un dilema, de todas formas él había llegado a la vejez. Posiblemente lo que quiso hacer fuera acompañar más a los hijos y nietos.

Se vio el deseo de la afinidad familiar y la compañía de este señor por mirar la expresión y los ojos de Jorge con que miró a Raquel, incluso a Bernabé después.

A lo mejor...

Una idea le ocurrió a Xenia en su mente, y luego se convirtió en forma poco a poco.

Después de un momento, Xenia se rio levemente, -Siempre tendrán una manera correcta para tratar los problemas, todavía no ha llegado ese día, pasamos el día como lo que es primero.

-¿Desde cuándo te ha convertido en una persona tan acomodada? No se hace a la gente acostumbrarse.

Xenia entró, -Siempre soy una persona tan acomodada, sólo que no me conociste bien antes. Vale, si quieres hacer la comida, pues te ayudo.

-Estás embarazada, ¿mejor no? Temo que me mate señor Simón con los ojos si sepa que cocinas conmigo.

Aunque lo dijo así, Naomí todavía la dejó pasar puesta de lado.

Hacia mucho tiempo que las dos estuvieron así cercanas y hablaron caprichosamente.

Cuando charlaron con gran interés, Naomí contó a Xenia sobre Rafael de repente.

Entonces no aguantó contar las cosas sobre él.

-¿Si te parece que esta persona es rara? Me pide que hable bien de él por el bonus anual por un lado, por otro lado parece que esté enfadado. Dices que si es muy rara esta persona, quiere que yo hable bien de él o no?

Xenia paró lo que hacía y echó un vistazo a Naomí que estuvo quejando.

"Esta chica... no tenía sagacidad? Fue una cosa muy obvia, ¿ella no la vio? "

Por un momento, Xenia no supo qué debía decir. Sólo tuvo piedad de Rafael de repente, ella casi estuvo segura que si Rafael siguiera haciendo así, Naomí no fuera a saber que le gustaba en toda la vida.

Xenia estuvo moviendo los ojos y dudó si la dijera algo para que esta Naomí tanta quedara un poco clara.

Naomí levantó la mano de repente trincando el ajo con el cuchillo con fuerza cuando ella estaba dudando.

-Además es muy raro, me parece que él está celoso... pero no tengo evidencia.

-Xenia la miró, dijo de tentativa, -¿A lo mejor, él realmente está celoso?

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