Esposa falsa de Simón romance Capítulo 24

Frida que se ponía en pie de repente levantó la cabeza fuertemente y rebeldía.

El sonido repentino sorprendía a todos.

Todo el mundo no esperaba que esa pobrecita, quien no habló ni una palabra inclsuo fue intimidada, le defendiera a Simón hoy !

-¿Quién eres tú para decir eso de él?-

Después de la charla entre ella y Leonardo en el estudio, Frida encontraba que la familia Fleixa no era sincera con Simón, además, Simón no realmente dejó a ella abortar a su bebé, por lo que su actitud hacia él había cambiado.

Ella conocía esa sensación de inferioridad.

Un hombre en silla de ruedas todo el año, este habría sido el trauma de su corazón, ¡e incluso era insultado por los demás!

"¡Qué dolorso debería ser en su corazón!" Frida pensó.

-¿Por qué no puedo decir? Sólo estaba tratando de convencerlo de que no lo hiciera. ¿Siquiera sabes cuánto vale el vestido que dañaste? No puedes pagarlo tú, ¿aún quieres que ese lisiado pague por ti?-. Camila terminó con un suspiro y una mirada afligida, -En realidad, por el hecho de que hayas cuidado de Kevin durante tantos años, si te arrodillas y me lo suplicas, puede que le pida a Kevin que te ayude.-

Frida estaba tan enojada.

-No te enfades tanto, solo 300,000 euros, siempre yo esté dispuesta a pedir a Kevin a darme, él podrá darme. De todas maneras, en tantos años, él siempre estaba mimándome, esto es lo que no puedo comparar-

Una amante, aunque ahora se había casado con Kevin, pero era tan agresiva, Frida estaba tan enfadada y levantó su mano para golpearla.

-¡Dio mío!- La mano de Frida aún no tocaba a Camila, Camila gritó -Soy amable de ayudarte, pero quieres golpearme, ¡Cariño!-

Kevin se apresuraba a ayudarla, Camila agarraba el brazo de Kevin, hablaba jadeando -Cariño, ella me golpeó, ¡Qué tonta!, ¡le golpeas por mí!-

Kevin estaba un poco avergonzado, porque todo el mundo sabía que Frida no le golpeaba, si se presentaba en este momento, eso no era...

-Cariño, me duele el vientre-

Kevin estaba en dilema, susurró -mi corazón, de hech, ella no te golpeó, vamos primero, no nos metamos en problemas-

Al escucharlo, los ojos de Camila de repente se pusieron rojos –Kevin, ¿todavía le amas? ¿no me amas? Ella nos insultó a mí y al bebé-

Sin remedio, Kevin tenía que caminar hacia Frida.

Frida paraba en su lugar mirándolo, -lo siento, Frida-

Frida dijo con una sonrisa irónica -Así que quieres golpearme por ella?-

-Lo siento mucho, pero... ¡Debo proteger a ella!-

Después de hablar, Kevin levantó lentamente la mano, cuando vio esto,Frida mordió el labio con los ojos llenos de lagrimas, -¿Qué he hecho mal? Llevamos dos años juntos pero me tratas como basura-

Al ver sus lágrimas, al principio, Kevin se sintió un poco culpable, pero la mujer detrás de él estaba apresurándolo, por eso Kevin no tenía otro remedio que abofetear a Frida.

Mirando incrédula la bofetada se acercó, cerró los ojos desesperada.

Las lágrimas en los ojos se deslizó desde las esquinas de los ojos.

Pensó que Kevin abofetearía a ella, su cara debería hincharse, pero después de cerrar sus ojos, no tenía ningún dolor.

-¿Te atreves a golpear a mi mujer sin mi permiso?-

¡Frida abrió los ojos al instante!

-Simón-

No sé cuándo, Simón llegaba a su lado, levantando su mano impidió la mano de Kevin.

Por lo general, porque ella lo veía que siempre se sentaba , por lo que Frida no sabía su altura, pero esta vez él levantó la mano para detener a Kevin, Frida sabía que en realidad Simón era muy alta, aunque estaba en una silla de ruedas, frente al Kevin, ¡su forma imponente no era menos débil en absoluto

en cambio, ahora estaba más fuerte que Kevin.

-¿Simón Fleixa?-

-¡El segundo hijo de la familia Fleixa! ¿Es el presidente del Grupo Fleixa? ¡Dios mío!-

-He oído durante mucho tiempo que el segundo hijo de la familia Fleixa está en silla de ruedas, Dios mío, ¿por qué no pensamos en eso? ¡El aura de este hombre es tan poderosa, me temo que solo Simón Fleixa tiene!-

-El es tan guapo, acabo de preguntar quién es este hombre, ¡no pensé que fuera el presidente Fleixa! ¿Quién es la mujer a la que ayudaba?-

-No lo sé, no he visto... Pero ¿debe ser una persona muy importante viendo que él está protegiéndola?-

Los comentarios de otras personas se murmuró.

Cuando escuchó las últimas palabras, el corazón de Frida parecía ser golpeado fuertemente por algo pesado.

Kevin miró a Simón, antes de reaccionar, Rafael oportunamente se acercó, alejó a la mano de Kevin, burlándose –Un vestido de trecientos mil, ¿acaso nuestra familia Fleixa no puede pagarlo? No digas que son 300.000, aunque sean 30 millones, 3.000 millones, ¡el Grupo Fleixa no se lo tomará en serio!-

Kevin se retrocedió unos pasos, Camila se apresuró a correr adelante, -cariño, ¿estás bien?-

-Estoy bien- Kevin se sorprendió por los ojos oscuros de Simón, no reaccionó hasta que Camila le hablaba a su alrededor,

Viendo que su expresión no era buena, por eso miró a Rafael diciendo -¿Quién eres? ¡Cómo te atreves a golpear a mi marido, voy a llamar a la policía!-

Rafael quería discutir con ella al principio, pero vio que ella era una embarazada, se dudaba.

La mujer embarazada tenía una ventaja.

Ni siquiera puedes hacerle nada si se pelea contigo, o si le pasa algo a ella o a los niños, todo será culpa tuya..

Rafael dio unos pasos atrás.

Camila sonrió orgullosamente, apoyando su cintura mirando a Simón, dijo sarcásticamente -Frida, ¿dónde encontraste a ese actor cojo? ¿Presidente en silla de ruedas? Si quieres buscar un actor para apoyarte, debería encontrar un hombre mejor, ¿no? Sé que Kevin te abandonó, estás muy enojada, pero no pensé que su gusto es tan bajo. ¿Qué presidente? ¡Solo una mentira para ganar dinero!-

Al pensarlo, Camila miró a la empleada -No vengas aquí, este vestido es de trecientos mil, ellos dicen que son capaz de pagarlo, déjalos pagar! ¡me gustaría ver si es realmente tienen esa capacidad!-

Bajo el aviso de Camila, la empleada de la tienda reaccionó y venía adelante.

-Lo siento mucho, este vestido es muy caro, si puede pagar, por favor págueme-

Los labios de Frida se movieron un poco, pero no podía hablar.

Rafael no se movió porque su jefe, Simón, estaba sentado allí sin ninguna acción.

-jajajaja, no tienes dinero pagar ¿eh? ¡Qué ridículo!-