Esposa falsa de Simón romance Capítulo 11

-Déjame pensar de nuevo-

El resultado final era que Sofía llevaba a Frida a volver a la familia Freixa.

-Tres días no son mucho tiempo, Frida, haz planes lo antes posible, tan pronto como piensas bien, llámame-

Recordaba las palabras de Sofía, Frida estaba tan nerviosa y complicada.

-Si quieres quedarte en la familia Freixa, tienes que abortar el bebé-

-Frida, ¡No se permite arruinar a las dos hijas de la familia Casaus!-

Frida estaba viendo a sí mismo en el espejo.

¿Qué podía hacer? ¿Acaso no había otro remedio que abortaba el bebé?

Al pensar, afuera salió el sonido de los pasos, Frida se ponía nerviosa de repente, ella abrió la puerta del baño, justo veía a Rafael que estaba empujado a Simón a la habitación.

Ellos se miraban mutuamente, ni duraba un segundo, Frida cambió su mirada y luego caminó hacia al interior nerviosamente.

-Párate- escuchó una voz fría.

Mientras los pasos de Frida parecían enraizar en el suelo, no podía moverse.

- ¿Has pensado bien?- con un tono subido, la mirada de Simón se convirtió más fría.

Frida empuñaban sus manos, mordiendo su labio, -¿No son tres días?-

-¿Cómo te atreves a dejarme a esperar tres días?-

Simón habló con voz alta y su mirada cambió más fría.

Frida se sorprendió y preguntó -¿Te falta tu palabra?-

Sus ojos bellos estaban llenos de asombroso. Simón entrecerró sus ojos, burlaba -Quieres jugar. Bueno, está bien. Sin embargo, yo establezco las reglas-

¿Jugar? Los labios rojos de Frida temblaban, ¿cómo podía decir que estaban jugando por una vida?

-Si no está convencida y está enfadada. Perfecto, arregla tus cosas y sal de la familia Frexita-

Al oír esto, Frida empuñó sus puños.

Él estaba provocándola a salir, él no quería que ella se quedara en la familia Frexita.

De todas maneras, aún tenía tiempo, ella no quería pelear con él, apretó el puño y sacó la colcha en silencio para hacer la cama.

Simón pensaba que ella iba a pelear consigo, nunca pensaba que hacía un segundo estaba mirándolo con los ojos grandes, parecía sufrir injusticias, inmediatamente todas las injusticias desaparecían y se dio la vuelta ni le hacía nada caso.

Ella lo ignoró absolutamente.

¡Esta sensación como si golpeara al algodón hacía que Simón sea más desagradable!

-Rafael, Sal de aquí ahora-

Al oír esto, Rafael sorprendió -Pero, Señor Simón, todavía no le ayudo…-

-Como ella quería ser mi esposa, entonces déjala hacerlo-

Después de escuchar estas palabras, Frida paró un rato y se levantó.

-¿En qué puedo ayudarte?-

-Dile lo que la esposa tiene que hacer-

Rafael miró a Simón sin entender qué estaba pensando, pero le dijo a Frida de acuerdo con la demanda de Simón, -Como Simón tiene inconveniente, por lo tanto, necesitas cuidarlo cuando está bañándose, es mejor estar al lado de él, así puedes llegar en cualquier momento, y haz lo que Simón te pidiera-

Después de decir eso, Rafael aún estaba preocupado y susurró unas palabras con Frida.

Al principio, Frida estaba escuchando con mucha atención, pero cuando escuchó las últimas palabras de Rafael, su cara blanca se convirtió en roja, y mordió su labio inferior, -¿Es necesario hacerlo?-

Rafael no pensaba mucho, dijo -Claro, hazlo bien, ten cuidado si Simón está enfadado, te botará afuera-

Estas palabras le asustaban a Frida y asentía con la cabeza, -Sí, entiendo-

Después de hablar con Frida, Rafael volvió a hablar con Simón, -Con permiso, me iré-

-Vale-

Después de salir de la habitación, Rafael aún estaba preocupado y se paró en la puerta con las orejas pegadas a la pared para escuchar el movimiento del interior.

Sólo había dos personas en la habitación, ella y Simón.

Frida recordó lo que Rafael le había dicho justo ahora, y sus mejillas estaban más rojas.

-¿Qué estás haciendo? ¡Ve acá!- Simón le gritó de repente.

Frida se asustó por él y se acercó a él temblorosamente.

-¿Por qué estás temblosa?- al ver a ella que estaba tan asustada, Simón se hacía más enfadado, y reprendió -empújame al baño-

Así que Frida tuvo que empujarlo al baño.

El baño era muy grande, presumiblemente se tomaba cuenta de que Simón tenía inconvenientes, por lo que fue diseñado especialmente. Sin embargo, después de empujar a Simón a entrar, su carácter fuerte y frío llenaba todo el baño.

En un momento, el baño parecía hacerse más pequeño.

Según Rafael, Frida preguntó con voz baja, -¿Dónde estás tu ropa? ¿Te traeré tu ropa primero?-

-Los pijamas están el primer armario, tráeme el azul-

-Vale- Frida dio la vuelta y sacó el pijama azul de inmediata, al volver, descubrió que Simón había quitado su ropa con un aspecto desnudo, Frida se asustó mucho, gritó y dio la vuelta para cubrirse sus ojos.

-¿Qué joder estás gritando?- Simón frunció el ceño.

-¿Por qué quitas te desnudas?-

Al oír esto, Simón parecía un poco descontento, se volvió la cabeza y encontró que esa mujer le estaba de espaldas y se ponía en pie al lado de la puerta, no se atrevía a entrar, Simón se miró a sí mismo, luego sonrió burlonamente.

-¿Qué? ¿Estas fingiendo ser ingenua?-

Frida quería que le vestía la ropa, pero no podía hablar ninguna palabra, de repente entendía, él tenía razón, ¿cómo se bañaban si no se quitaba la ropa?

Al pensarlo, Frida cerró sus ojos y respiró profundo.

Ella estaba persuadiendo a sí misma, ¡ya estabais casados! Había pensado bien antes de casarte, no debería temer nada.

Después de pensar esto, Frida dio la vuelta y se ponía más tranquila.

-Te ayudo a traer la ropa, ¿Qué más necesitas?-

-Desvestirme-

Frida se paró un rato y se acercó a él.

-Primero desata mi cinturón-

¿Desataba el cinturón?

Frida miró a Simón, él tenía enfermedad en su pierna, no podía hacer ejercicios en tiempo ordinario, Frida creía que él estaba gordo de panza, sin pensar que tenía pecho fuerte y un vientre plano.

-¿Mi cuerpo está tan atractivo? ¿No escuchas que te digo que desate el cinturón?- La voz de Simón sonó repentinamente.

Frida se levantó y miraba con los ojos profundos de Simón, y asintió con la cabeza, desataba el cinturón temblando.

Pero ella nunca tocó esto ni saber cómo abrirlo…

Simón frunció su ceño.

Viendo a esa mujer medio doblaba la cintura, su frente estaba cubierta de sudores fríos y parecía como si estuviera realmente ansiosa y nerviosa.

-Oye, ¿lo hiciste a propósito? -

-¿Sí?- Cuanto más ansiosa estaba Frida, más difícil para abrirlo. Debido a la nerviosidad, habló en llanto, -No, no lo sé cómo abrirlo…-

Sus manos eran muy suaves, con calor cálido, la mirada de Simón se hacía más profundo, parecía tener una tormenta en su interior.

-Si podrías, podrías desatarlo por ti mismo? ¿Vale? ¿Oye? -

Las palabras de Frida aún terminaban, Simón agarró sus muñecas y la metió en sus abrazos.

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