El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 7

Mauren realmente no se había dado cuenta de a quien había abandonado.

¿Abandonar al joven Pérez? ¿Cómo era posible? ¿acaso existía alguna mujer en el mundo que pudiera hacerlo?

Ella simplemente no quería liarse con este hombre.

Lo que acababa de pasar en el coche fue solamente un accidente, un error, y ahora ella pensaba con claridad. ¡Naturalmente este error debía terminarlo!

Sin embargo, ¿qué significaba este inexplicable aguacero? ¿esto era para ayudar a ella a enemistar con Senda?

Al pensar en las circunstancias que ahora Senda tendría que afrontar, a Mauren le tembló la mano y casi causó uan accidente de tráfico.

Ella solo no quería involucrase con Senda, pero no esperaba a que Senda se odiara a sí mismo.

¿Quién era él? Quién lo enfureció no terminaría para nada bien.

En el camino turbulento, no era nada fácil el conducir el auto hasta el chalé de la familia López. Mauren pisó el freno para que el auto se detuviera.

Ella salió del estacionamiento bajo la plena lluvia y se apresuró hacia la habitación principal. La lluvia había empapado su rostro, desvaneciendo todo su maquillaje.

De repente, se oyó un estruendo, al ser tan tarde no podía ver con claridad, y repentinamente chocó contra una persona.

Ella cayó al suelo por la fuerza del impacto, y la otra persona con la que ella había chocado también retrocedió unos pasos.

-Tú… - La expresión de Vinay Pérez se ocultaba detrás del paraguas, estaba listo para regañar a esta criada por no tener cuidado.

Pero al ver claramente el rostro de esta sirvienta, se puso sorprendido por la cara de un ángel.

¿Desde cuándo la familia López tenía una sirvienta tan hermosa? Con ese pequeño rostro blanco y delicado, tenía rasgos exquisitos.

Esa delicada figura empapada por la lluvia hacía que quisieran abrazarla y protegerla.

Incluso Bita López que era la primera mujer de la Ciudad del Norte no era ni una décima parte de lo que era esta chica.

-Señorita, tú…- Vinay extendió su mano para ayudarla.

Pero no esperaba que la señorita saliera corriendo al levantarse por su cuenta y sin mirarlo.

Aquí en el jardín enfrente del garaje, en el camino rodeado de jardineras, en un abrir y cerrar de ojos, esta hermosa chica había desaparecido.

Pero aquel hermoso rostro bonito había quedado impreso en el corazón de Vinay Pérez.

La segunda hija de la familia López, Bita, era la más hermosa en la familia, y la hermana mayor era también hermosa pero no tanto como Bita.

La tercera hija era muy extraña, quien llevaba mucho maquillaje todo el día. Al verla uno se sentía molesto.

¿Quién sería esa sirvienta?

No muy lejos, Bita había descendido del coche, acercándose con un paraguas, dijo, -Vinay, ¿qué estás haciendo aquí?-

Hacía media hora cuando el banquete de compromiso había sido cancelado por Hedi, Bita se encontraba muy feliz y estaba de buen humor con una sonrisa en el rostro.

Por supuesto que antes a Vinay le encantaba la sonrisa de Bita. El mundo se tornaba más brillante al verla sonreír.

Pero no sabía por qué, y ahora cuando vio la sonrisa Vinay sentía que a ella le faltaba algo.

Sin embargo, era la segunda hija de la familia López, y el estatus de una simple sirvienta no tenía comparación con el de ella.

-Pensé que ya habías regresado, y planeaba encontrarte… y el señor López.-

La ceremonia había sido cancelada, estuvo libre esta noche y solo quería estar con Bita.

¿Cómo era posible que Bita no entendiera sus intenciones? Estos días Vinay no la había dejado en paz, y estaba detrás de ella todo el tiempo.

Originalmente, ella quería usarlo para acercarse al señor Senda Pérez, pero hoy, la ceremonia de compromiso de Senda había sido cancelada, y ella aún tenía mucho que hacer.

En cuanto a Vinay, aunque él también era muy destacado, si ella pudiera estar con Senda, Vinay sería nada para ella.

-Papá y otros van a llegar muy pronto, Vinay, me temo que hoy no habrá tranquilidad en nuestro hogar, quieres…. Mejor regrésa.-

Mauren había escapado del matrimonio, y ahora su padre debería tener ganas de morirse.

Ella tuvo muchas cosas que hacer, y Vinay realmente no era conveniente que estuviera aquí.

-Vinay, mañana te buscaré.-

Realmente pensó que iba a ser más difícil convencer a Vinay, pero él estuvo de acuerdo.

-Entonces me iré, mañana volveré a buscarte.- Mirando la habitación principal a lo lejos, se percibía la decepción en los ojos de Vinay.

El rostro de aquella bonita sirvienta aún permanecía rondando en su mente, y ahora cuanto más miraba a Bita más aburrida le parecía.

Viendo nuevamente a Bita, Vinay acento la cabeza y se retiró.

Bita estaba un poco sorprendida, ¿Por qué Vinay perdió el entusiasmo al verla?

Pero ella no quería pensar en eso, ya que su padre Jeno López había regresado

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