El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 35

Era un día de contraer esponsales el señor Senda Pérez y la señora Mauren López.

La sensación del banquete de compromiso en todo el comercio de la Ciudad Norte se volvió a celebrar en el mismo hotel tres días después.

Para mostrar el respeto al señor Senda Pérez, todos los invitados llegaron temprano, acabó de caer la noche, el salón estaba lleno de personas.

Mauren fue al vestuario a maquillarse acompañando de la sirvienta.

Afuera, era un hervidero.

Llegaron las familas de Pérez, desde los ancianos hasta los señores de la sucesión lateral, eran el objeto de todos para adular.

Los hombres aprovecharon la oportunidad para conocer a los grandes del comercio.

Y las mujeres estaban esmeradas en componer la apariencia, en especial las chicas, todas ellas se presentaban su mejor figura para quedar una buena impresión a los demás en un banquete tan lujoso.

-Se dice que la señora Bita López se ha peleado por la señora Mauren López recientemente.

-¿Qué? ¿la señora Mauren López le ha peleado a la señora Bita López? ¿por qué?

-Como la hermana mayor es demasiada hermosa, la menor cree que se ignoran por todos.

-Dicen que la señora Mauren López es muy fea, en cambio, la señora Bita López es una guapa como el ángel.

-¡Qué lástima! la que se casa con el señor Senda Pérez es la señora Mauren López, ¿la hermana mayor cómo puede llevar una buena vida con esta menor fea, malévola y poderosa?

-Ella debe ser protegida y querida, ¿cómo se puede ofensar como eso?

Los hombre se le apiadaban mucho de la primera celebridad Bita López por la habladuría que la señora Mauren López le hubo peleado a la señora Bita López.

Los diversos comentarios se eschuchaban sin cesar cuando salió Mauren.

-Esta es la señora Mauren López, mira, no puede cubrir las pecas aunque se ha maquillado.

-¡Qué increíble! ¿cómo puede contraer esponsales el señor Senda Pérez con esta espanta, ¡como una flor está plantada en el estiércol de vaca!

-¡El buen repollo está arqueado por el cerdo!

¡Qué enojados estaban! ¡Qué inconvecidos estaban!

Mauren se sentaba en el rincón jugando el móvil.

Ella oyó claramente las críticas que sonaban cerca, pero no le importaban.

Con la actitud despreocupada, la odiaban más todos.

-¡Sin vergüenza!

-De acuerdo, el señor Senda Pérez la abandonará tarde o temprano, ¡la mujer esa fea y mala!

Mauren abrió el Microblogging, un montón de gente le maldijo que muriera cuanto antes, incluso alguien subo unas anteriores fotos de promiscuidad de ella, difundió el rumor que ella hubo jugando a un sinnúmero de hombres.

A causa del señor Senda Pérez, ella casi se convirtió en una persona famosa.

Se sintió aburrida cuando veía el Microblogging, por eso comenzó a jugar.

De repente sonó el móvil, era la llamada da Hedi.

Mauren la respondió, Hedi le dijo-Dama, suba a la sala de descanso de la segunda planta, por favor, el señor Senda Pérez le espera.

-Sí, vengo ahora mismo.-colgó el móvil, ignoró las odiosas miradas alrededor, Mauren se dirigió al ascensor.

Ya no se hubo visto los dos en dos días, ella no le encontró desde aquel día que se hubo trasladado en su chalé.

El banquete empezaría a las ocho, no sabía por qué Senda la encontró a esa hora.

Por supuesto, Mauren no creyó que Senda la encontró para revivir algo, era un accidente que las últimas dos veces ellos hubieron hecho amor en el coche.

La primera vez fue porque Mauren fue envenenado, y la segunda, Senda estaba borracho.Tras despertarse, él quería esquivar su encuentro con tanta intención, ¿cómo era posible que se le acercara a Mauren?

Así era bueno, por lo menos Mauren no repetiría la tragedia como la generación pasada.

Vio que Hedi estaba fuera de la sala de descanso cuando Mauren salió del ascensor, Hedi le abrió la puerta y le dijo-Dama, entre, por favor, el señor Senda Pérez le espera.

Mauren le dio una seña con la cabeza y entró en la sala.

Se cerró la puerta, detro de la habitación, Senda se sentaba al escritorio y por encima, colocado un ordenador portátil.

¡Qué ocupado estaba Senda! no dejó de trabajar aunque fuera el día de contraer esponsales.

Hizo unos días el corazón de ella estaba pendiente debido al accidente. Por fin, Mauren se quedaba calma radicalmente.

No se hubo cambiado nada, él era todavía un hombre sin sentimiento, y ella debía casar de ilusionarse con él.

Esa noche Senda era igual que lo normal, que se vestía rigurosamente .

¡Pero qué difícil rechazarlo! cada vez le vio Mauren, creyó que él era más guapo.

¡Era un fatal demonio!

-Señor Senda Pérez, ¿si tienes algo que contarme?-La actitud de Mauren no era muy efusiva.

-Durante dos días te alojas en mi chalé, has examinado una vez la cámara de seguridad, has paseado tres veces por el patio por la noche y la tercera vez se has llevado el billetero y el móvil, ¿quieres huirte?

La visual de Senda estaba fijada en el ordenador, y el tono era mismo como de costumbre, Mauren no podía juzgar correctamente su ánimo.

¡Pero su corazón perdió dos latidos en un rato por la conmoción!

Aunque Senda no le hizo caso en el chalé, sabía patentemente todo lo que hubo hecho ella.

Al principio ella quería escaparse realmente, porque tenía pocas ganas de casarse con él.

Pero al considerar que todos las familias y los amigos estaban en la Ciudad Norte, estaba irresoluta mucho porque era probable que todos pagaran por culpa de ella una persona.

La última vez llegó al punto ciego de la cámara de seguridad y se evitó a los guardias, pero regresó a la habitación finalmente.

-¿No quieres casarte conmigo de veras?-después de observarla dos días, Senda se convenció de que la chica no quería utilizar la estrategia que le dejó en libertad para detenerlo.

Desde aquella noche del banquete pasado, parecía que se convirtió en una persona totalmente diferente de la anterior.

-Si tengo elección, no quiero casarme contigo realmente.-Mauren le contó la verdad.

-No la tienes.-Las palabras del hombre era igual que las de tres días antes.

Mauren frunció la boca. Ya que no podía cambiar nada, ¿por qué la preguntó?

Senda le echó una mirada, luego le puso un documento al azar en el escritorio.

-Ahora te estoy convencido de que no quieres casarte conmigo, por eso puedes firmar este acuerdo.

-¿Acuerdo?-Mauren se suspendió un rato, se le acercó y lo cogió, viéndolo con rapidez.

-¿Mientras esté de acuerdo en comprometerme, independientemente de si nos casamos en dos años o no, me darán el 10% de acción de Cadena Belleza?

Apenas Mauren podía confiar en lo que hubo visto, ¡un 10% de acción de Cadena Belleza! con ese dinero ella podía vivir con mucho lujo en dos generaciones aunque fuera una persona discapacitada.

No, ¡incluso en diez generaciones!

-Tras contraer esponsales, podemos tener nuestra propia vida y no se meterá en la otra. Pero ante las familias, tenemos que ser una verdadera pareja.

La chica entendía a Senda que todo eso era para su abuela, él no quería que la anciana sintiera.

Pero, la remuneración era demasiada alta que ella no pensaba que merecía.

-Pues no quieres casarte conmigo, este acuerdo es beneficioso para ti.

Senda cerró el ordenador portátil, le miraba su cara que estaba más indecorosa después del maquillaje.

-Tras contraer esponsales, te prometo que tu vida no se afectará si no piensas en escaparte y me ayudas en ocultar a mi abuela.

Mauren estaba un poco vacilante, ella no se preocupaba por su vida, porque Senda se entregó a sus ocupaciones, no le importaría cómo viviera ella.

Su preocupación era que continuaría la tragedia de la generación pasada por quedarse juntos día y noche. Ese hombre, le hacía a Mauren salir de la regla sencillamente.

¡No! Ella Mauren López era una persona firme.

No se podía seducir por un hombre.

Por fin, le contestó mordiéndose los labios-Pues estoy de acuerdo.

Eso debía ser la mejor consecuencia, ella ya no necesitaba huirse ni contraer esponsales verdaderamente, ¡era una buena combinación!

En cambio, Senda estaba descontento cuando le vio a Mauren que suspiraba de alivio.

Si bien el acuerdo salió de él mismo, ella estaba contenta en vez de desconsolada al enterarse del compromiso falso.

Debido a esa conducta de ella, Senda se quedaba un poco triste.

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