Carta Voladora Romance romance Capítulo 12

Al día siguiente, Julio se sentó en su escritorio con el certificado de divorcio sobre la mesa.

Lo miró un momento y lo tiró a la papelera.

En ese momento, Félix se acercó y dijo respetuosamente,

—Sr. Sainz, el presidente del Grupo Tridente le ha llamado.

¿El padre de Sara?

Julio se recompuso y cogió el teléfono fijo:

—Tío Arturo.

Un hombre de mediana edad con voz ronca estaba al otro lado de la línea:

—Julio, ¿ha sido Sara bastante obediente en tu casa estos últimos días? Últimamente no he tenido tiempo de visitarla, así que tu tía ha ido a aliviar su aburrimiento. Temía que se quejara.

La voz de Julio era firme:

—Tío, no te preocupes, Sara se está recuperando bien estos días y mi madre suele pasar tiempo con ella.

—Oh, eso es bueno —Arturo preguntó tímidamente:

—He oído algo. Dicen que el accidente de coche de Sara de hace seis años está relacionado con tu ex mujer. Ayer la madre de Sara fue a ver a Sara y le hizo algunas preguntas, pero Sara se ha mostrado evasiva. Julio, ¿sabes qué está pasando?

Julio se quedó atónito y frunció los labios, sin responder inmediatamente.

—Julio, ¿me estás escuchando?

Después de un rato, Julio frunció el ceño:

—Ese accidente de coche... sí tuvo que ver con Octavia.

Arturo entonó:

—Como sabes, Sara, mi querida niña. El accidente de hace seis años casi nos aplasta a tu tía y a mí. La primera persona que Sara vio al despertar fuiste tú, lo que demuestra lo mucho que siente por ti. En cuanto a tu ex mujer o Sara, creo que sabes muy bien quién es más importante.

Julio bajó los ojos:

—Sí.

La persona al otro lado del teléfono parecía satisfecha:

—Julio, estoy seguro de que serás la persona más digna en la que Sara pueda confiar.

Colgando el teléfono, Julio reflexionó un momento.

Después de un rato, llamó a Félix:

—Hay algo que necesito que hagas.

...

Octavia salió del edificio de la sede del Grupo Goldstone junto a Alexander e Iker.

Iker sonrió mientras se enganchaba al hombro de Alexander y le hacía un gesto con el pulgar. No has visto las caras de los viejos ponerse lívidas. Alexander, tu solución es realmente buena. Jaja.

Octavia no pudo evitar torcer los labios:

—Esa gente tiene muchos problemas conmigo por un caso de robo de dinero hace seis años, así que naturalmente no me aceptarán fácilmente como nuevo accionista. Pero la solución de Alexander funcionó y se quedaron boquiabiertos.

No le había preguntado a Alexander cómo se habían conocido él y el abuelo ni por qué sabía algo del Grupo Goldstone

Alexander era ahora un modelo, pero todo el mundo tenía sus secretos.

Hay que respetar eso.

El abuelo había hecho todo lo posible por conseguir el cincuenta y uno por ciento de las acciones, así que ella iba a utilizarlas para afianzarse en el Grupo Goldstone y llegar al fondo de lo ocurrido seis años atrás.

En cuanto a la familia Semprún...

Sus ojos brillaron. No había prisa, y ella iba a ir paso a paso.

—Cariño, ahora eres una persona de estatus. En el futuro, no puedes ser descuidada en tu forma de vestir, y no puedes dejar que los demás te subestimen. Venga, vamos a comprar ropa y joyas.

Iker los llevó a Haute Classe.

Era un paraíso para las damas de clase alta, donde podían comprar artículos de lujo como ropa, joyas y otros artículos ultra caros.

Pero su buen humor se vio estropeado por una voz chillona y mezquina.

—¡Detente ahí, perra! —Un insulto familiar en un tono de voz familiar.

La sonrisa de Octavia desapareció al instante.

Se giró para ver a Giuliana con los brazos cruzados y los ojos muy abiertos.

Se acercó a Octavia, le señaló la nariz y maldijo:

—Eres una perra, no sólo engañaste a mi hijo antes de casarte, sino que tomaste el dinero de mi hijo y trajiste a dos amantes para que hicieran compras... Eres repugnante.

Alexander hizo una mueca y se puso delante de Octavia:

—Cuidado con lo que dices.

Giuliana puso los ojos en blanco, y su voz fue lo más fuerte posible, atrayendo a una gran multitud de personas a su alrededor:

—¡Mirad todos! Esta mujer es una puta desvergonzada. ¡Está aquí pasando el rato con sus adúlteros gastando el dinero de mi hijo! Mírenla todos. Son tan desvergonzados!

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